CÁDIZ

Esaú Fernández indulta un toro de Miura en la Corrida Magallánica de Sanlúcar

El sevillano pasea los máximos trofeos simbólicos tras indultar al segundo 'miura'. Oreja para Antonio Ferrera.

Esaú Fernández toreando al toro de Miura indultado este domingo en Sanlúcar

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Quinta corrida Magallánica en la centenaria plaza de El Pino, casi a la orilla de la desembocadura del Guadalquivir. Quinta edición con una terna dispuesta a enfrentarse a los 'miuras', un clásico que parece ir perdiendo fuelle a tenor de la entrada en comparación con ediciones pasadas.

Quizá fue el fuerte calor que arrasaba en la tierra de la Manzanilla o posiblemente fuese el poco gancho del cartel. El caso es que no sería de extrañar que la empresa de Carmelo García se lo piense para años venideros. A no ser que las figuras se apuntaran. Pero eso entraría más en el capítulo de los milagros toreros que en las posibilidades reales de excitar a quienes encabezan el escalafón.

El suceso de la tarde tuvo lugar en el segundo de la suelta, un 'miura' que derribó en el segundo encuentro con el caballo, empujando con fijeza, haciendo pelea de bravo.

Esaú Fernández se encontró con un toro noble y obediente a los toques. Con la mano derecha le atacó con la mano muy baja mientras el 'miura' metía la cara con cierta calidad. Con la izquierda logró algunos naturales de muy buena factura. El toro tuvo clase en la embestida. El público sanluqueño, siempre bonancible, pidió el indulto y el presidente lo concedió sacando el pañuelo naranja. Podría decirse que fue un 'miura' a contraestilo por su calidad.

El quinto dio en la báscula 680 kilos. Era un tren de mercancías con locomotora incluida. Largo y con muchas carnes. Muy de largo fue al caballo en el segundo encuentro y Antonio Rafael García se agarró perfecto colocando la puya en la yema. Curro Robles se asomó a la balconada del 'miura' para clavar arriba. Se desmonteró.

Esaú se colocó muy bien pero el toro pasaba con la cara arriba, sacando genio y defendiéndose. Muy deslucido y rajado al final de la faena. Poco pudo hacer el torero de Camas.

Trapío y kilos tenía el primero de la tarde. Salió doliéndose de la divisa y más bien parecía un torbellino de aviesas intenciones que un torito noble y entregado. Ferrera lo dejo en dos ocasiones diametralmente contrario al caballo. Cruzó la plaza y en el primer puyazo derribó dándole una vuelta completa al caballo. En el segundo, Borja Lorente se agarró perfectamente al toro.

Cuatro pares de banderillas y Ferrera que tomaba la muleta. El toro quedó con cierto genio pero manejable. Aprovechó el torero las arrancadas que tuvo con oficio, siempre por el pitón derecho. Acompañando con la voz cada lance. Oreja para él.

El cuarto toro fue muy deslucido. No pasaba e iba a su aire. Ferrera solo pudo aliñarlo y machetearlo por bajo para quitárselo con prontitud.

El tercero fue mucho más basto. Altote y cariavacado. Siempre echó las manos por delante. Muy deslucido. David Galván no perdió la brújula y, sin atacarle, fue sobándole hasta sacar algunas series meritorias.

El sexto fue un sobrero del mismo hierro. Estrecho de sienes pero bien armado. Algo escurrido de atrás. Muy feote el toro, salió como congestionado y arrastraba la mano derecha. Galván no quiso molestarle mucho en la faena, con la muleta alta para lo quebrantarlo. El de Miura se defendía y pasaba punteando. Poco argumento al no poder lograr la hondura necesaria a pesar de estar descubierto.

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