El importante cambio que llega a todos los móviles y tablets de España este mes de junio: te ayudará a saber cuánto va a durar tu próximo 'smartphone'
Todos los dispositivos que se vendan a partir del 20 de junio en la Unión Europea tendrán que incorporarlo

Una persona revisando etiquetas energéticas en su teléfono móvil
Madrid - Publicado el
3 min lectura
A partir del 20 de junio de 2025 entrará en vigor en la Unión Europea una nueva normativa que obliga a los fabricantes de smartphones, teléfonos inalámbricos (incluidos los no inteligentes) y tablets (con pantallas de 7 a 17,4 pulagadas) a incluir una etiqueta energética estandarizada en sus productos.
La medida trae consigo un importante cambio que forma parte de los esfuerzos que está haciendo la UE para promover un consumo sostenible, mejorar la vida útil de los dispositivos y facilitar la reparación de los dispositivos electrónicos para reducir la huella ambiental de los mismos.
¿qUÉ INFORMACIÓN DEBERÁ INCLUIR CADA ETIQUETA?
La etiqueta, muy similar a la que se utiliza actualmente en los electrodomésticos que todos tenemos en nuestras casas, tiene como objetivo proporcionar a los consumidores datos muy relevantes para, posteriormente, poder tomar decisiones de compra de inteligentes gracias a toda esa información.

Ilustración de tres electrodomésticos básicos junto a una escala energética
En primer lugar, destaca un Código QR, que está directamente enlazado al Registro Europeo de Productos para el Etiquetado Energético (EPREL). Allí, cualquiera puede consultar toda la información técnica del dispositivo en cuestión con todo lujo de detalles. Después, la marca y el modelo, que no es más que la identificación del fabricante del dispositivo y del modelo específico.
Por otro lado, la escala de eficiencia energética. Un sistema por el que se califica el nivel de consumo energético de un dispositivo. En la clasificación, se utilizan letras que van de la A, la más eficiente y que representa un menor consumo, a la G, la menos eficiente.
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Uno de los datos más interesantes que va a proporcionar esta etiqueta va a ser la autonomía de la batería. En este apartado se detalla las horas y minutos que dura con exactitud una carga completa de la batería. La resistencia a caídas, dato por el cual, según ha explicado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se indicará el número de caídas que un dispositivo puede soportar sin sufrir daños relevantes -basado en pruebas estandarizadas-.
El índice de reparabilidad, que reflejará el nivel de dificultad a la hora de reparar el 'gadget'. Y, por último, la protección contra el polvo y el agua. Un aspecto que, aunque ya debería de aparecer entre las especificaciones concretas de un producto a la hora de comprarlo, a partir de ahora será obligatorio incluir en estas etiquetas. Se mide siempre según los estándares internacionales e indica el nivel de resistencia de un dispositivo ante una posible entrada de partículas y líquidos.
REQUISITOS ADICIONALES
Además de incluir todas esas especificaciones en el etiquetado energético, esta nueva normativa también establece una serie de requisitos mínimos para mejorar la sostenibilidad de los móviles y tablets comercializados en la Unión Europea. Los más destacados son la durabilidad de la batería y las actualizaciones de software, pero hay más.
El requisito principal es que las baterías puedan soportar al menos 800 ciclos de carga y descarga sin que estas bajen por debajo del 80% la salud inicial del dispositivo. En segundo lugar, es necesario que los dispositivos puedan recibir actualizaciones del sistema operativo en cuestión durante, mínimo, 5 años desde que se vendió la última unidad del modelo.

Una mujer cargando su móvil después de quedarse sin batería
Ofrecer una facilidad de reparación es otro de los requisitos que los fabricantes deben garantizar, disponiendo de piezas de repuesto esenciales durante mínimo 7 años después de que el modelo deje de comercializarse (facilitando la disponibilidad de las mismas a los clientes en un plazo máximo de entre 5 y 10 días laborales). En definitiva, todas estas medidas tienen el objetivo de fomentar la economía circular de los productos digitales y ayudar a los consumidores en sus decisiones de compra.