La constante evolución de las tecnologías se puede aplicar a todos los ámbitos, y este es el caso ha afectado a las bombillas. La entrada en vigor de una normativa europea el próximo 1 se septiembre hará que no se pueda ni fabircar ni vender bombillas halógenas. La normativa tiene como objetivo el uso de la tecnología LED que es más eficiente y sostenible. 

A pesar de la entrada en vigor de la normativa, los distribuidores podrán vender los stocks almacenados hasta el fin de sus existencias. El cambio de esta bombilla supondrá un ahorro energético en los hogares ya que las bombillas LED no son solo más eficiente sino que además tienen una carga de resíduos menor. Aun así, la normativa afectará a las bombillas halógenas clásicas que emiten luz omnidireccional, hechas de cristal y que están equipadas con un casquillo E27 o E14. Aunque tambien algunas bombillas no direccionales con casquillos G4 y GY6.35. 

La principal diferencia entre las bombillas halógenas y las LED es que las LED tienen un gas en su interior de yodo o bromo y el desgaste del filamento es menor. A pesar de que Javier Andaluz, responsable de Energía de Ecologístas en Acción ha recalcado que este cambio es "un gran paso" cree que la iluminación es un "pequeño" factor comparado con otros electrodomésticos que pueden contaminar más. "Si coges la facutra total de una casa, contamina más la lavadora o la calefacción que una bombilla". 

Las bombillas LED tienen un precio más elevado en el mercado pero que se puede compensar con el ahorro en el consumo y el tiempo de vida de estas nuevas bombillas. Aunque se implementará la normativa a partir del 1 de septiembre, según un estudio realizado por Ledvance uno de cada dos consumidores en Europa la desconoce y el 67% desconoce sus consecuencias.