En el futuro podremos viajar de Madrid a Barcelona en media hora sin necesidad de tomar un avión. Desde que el magnate de los negocios, Elon Musk, pusiera en boca de todos un concepto tan sonoro y rimbombante como lo es “Hyperloop”, en 2012, se han creado más de ocho compañías dedicadas al desarrollo de este nuevo medio de transporte. El Hyperloop supondrá poder viajar a más de 1.000 kilómetros por hora, montados en una cápsula a través de un túnel. Una experiencia que podría equivaler a dos o tres veces lo que se siente cuando despegamos en un avión. Eso sí, advierten los especialistas, sin llegar a los niveles de una explosión sónica.

Entre las empresas surgidas se encuentra la española Zeleros, ubicada en Valencia, y que recientemente firmó un acuerdo en Bruselas con otras desarrolladoras de este proyecto de código abierto, con el fin de estandarizar la interoperabilidad del Hyperloop entre naciones. En otras palabras, que el mismo ¿tren? que fabricarán las diferentes compañías, pueda funcionar donde lo pongan. Esta nueva colaboración ha sido firmada específicamente entre la startup polaca Hyperloop Poland, la holandesa Hardt y la canadiense Canada TransPod. Las pruebas a escala media del Hyperloop español se harán a finales de 2019, en una pista que se construirá en el Parc Sagunt, en Sagunto, Valencia. Se prepararán entonces para el 2021, cuando se pruebe la nave a escala real. Esto motiva a crear convenios colaborativos entre empresas europeas, a fin de poder llevar a cabo las pruebas en espacios comunes, ahorrando dinero y esfuerzo.

¿Pero qué es el Hyperloop? El Hyperloop es el nuevo medio de transporte incorporado en tubos que reducen la presión en las que las cápsulas presurizadas viajan sobre una bolsa de aire conducido por motores. En pocas palabras, serán cápsulas suspendidas en el aire por milímetros que se desplazarán muy rápidamente. A pesar de lo innovador, este concepto no es nuevo. El Beach Pneumatic Transit fue un prototipo en forma de tubo del año 1870, usado para el transporte público subterráneo en la ciudad de Nueva York.

Los críticos de esta tecnología, se enfocan en la experiencia de usuario, que podría resultar desagradable y aterradora, al estar montado en una cápsula estrecha, sellada y sin ventanas dentro de un túnel. Lo tentador del Hyperloop es que hace fantasear a cualquiera. No es difícil imaginarse viajando en lujosas cápsulas, donde cabrán hasta 40 personas, que previamente esperarán sólo entre dos y tres minutos para subirse a su ¿tren?, que los llevará en un viaje esnobista en el medio de transporte del mañana. ¿Cuándo y cuánto? Aún no lo sabemos…