El nuevo coronavirus (Covid-19) y la gripe común comparten ciertos síntomas, pero es cierto que podemos diferenciarlos para evitar preocupaciones sacadas de contexto. En primer lugar, los infectados por coronavirus suelen presentar fiebre, tos seca, dificultad respiratoria, dolor de cabeza, garganta irritada o dolor común... Es cierto que estos también pueden darse en la gripe, pero la dificultad respiratoria suele ser más acusada en el coronavirus. De hecho, puede incluso derivar en una neumonía.

En cuanto a este nuevo virus y la gripe, se contagian de igual manera: por la vía respiratoria de una persona infectada a una sana. Cuando toses o estornudas, esas gotas contaminan el ambiente. No obstante, los expertos explican que es peor tocar objetos en lugares públicos porque podrían haber sido manipulados anteriormente por gente que se ha tapado la boca y estaban contagiados. Y es que cuando tosemos, los gérmenes suelen tener poco recorrido en el aire. En cambio, de esta última manera podemos transportarlos durante más tiempo. Por ello es mucho más efectivo lavarse las manos asiduamente que usar mascarillas. 

En cuanto a la letalidad, con la gripe está entre el 0,4 y el 1,3%, que depende también de variaciones y de la situación previa del paciente (en personas mayores aumenta hasta un 6 o 7%). Mientras que con el coronavirus está en el 0,8 y el 2,3. 

De momento, no hay ningún anitviral que esté diseñado para comabatirlos. Se están probando antivirales que ya funcionan bien en otros virus porque a veces los virus comparten características comunes cuando infectan y a veces un antiviral que funciona para un virus puede funcionar para otro.