La Navidad cada vez está más cerca. Y con ella, el regreso a casa de muchos españoles, que querrán pasar las fiestas con algunos de sus seres queridos. Será difícil juntarse con todos debido a la pandemia y lo más recomendable es pasar las fiestas sólo con convivientes. Sin embargo, se da la posibilidad, entre las restricciones por el coronavirus, de celebrar reuniones familiares de hasta 10 personas.

Ante el miedo al virus, hacerse un test previo al encuentro navideño con la familia es una opción que barajan unos cuantos ciudadanos. De hecho, los expertos apuntan que esta acción disminuye lo suyo el riesgo de contagio, aunque no hay garantías absolutas de que este no se vaya a producir aun con test de por medio.

Puestos a elegir una prueba que nos permita encontrarnos, si así lo deseamos, con los nuestros, ¿por cuál deberíamos optar? Estas son las opciones disponibles y sus características.

PCR

Se trata de la prueba con mayor sensibilidad al virus, ya que indica si la persona que se ha sometido a la misma está contagiada de covid-19 en el momento de efectuarla. El problema es que estos test son los más caros, ya que su precio está entre los 100 y los 150 euros.

Otro inconveniente de las pruebas PCR es que el resultado que arrojan puede cambiar en cualquier momento tras su realización: si nos exponemos a una situación de riesgo después de someternos al test, podríamos ser contagiosos cuando se celebre la reunión a la que asistamos.

Test serológicos

Nos indican si ya hemos pasado la covid-19 y qué tipo de anticuerpos tenemos: IgM (infección reciente pero no necesariamente activa) o IgG (infección superada y anticuerpos generados desde hace más tiempo). La prueba sirve para saber si se ha pasado o no el virus y si hemos generado inmunidad.

Estos test, también denominados de anticuerpos, cuestan entre 50 y 100 euros. Su problema es que no revelan si la persona es contagiosa en el momento en el que se somete a la prueba. No obstante, se apunta que combinar anticuerpos y PCR serviría para obtener el diagnóstico más completo. Aunque podríamos hablar de un desembolso de hasta 250 euros.

Test de antígenos

Son los menos recomendables, porque resultan los menos sensibles. Esto significa que se puede dar negativo aunque se tenga el virus: todo depende de la carga viral que se posea en el momento en que se efectúa el test. Así, los asintomáticos escapan al diagnóstico, ya que sólo detecta a las personas que pasan por los primeros días de síntomas. Por otro lado, se trata de la prueba más barata y accesible: cuesta entre 30 y 40 euros.

Otros detalles a tener en cuenta

La fecha de realización de la prueba es muy importante en términos navideños: hay que intentar tener los resultados lo más cerca posible de los días tradicionales de reunión o el mismo día que viajemos si tenemos que desplazarnos.

No podemos viajar hasta que no sepamos el resultado del test y tenemos que reducir lo máximo posible los nuevos contactos desde la obtención del diagnóstico hasta que viajemos.

Además, hay que ser conscientes de que un negativo no quiere decir que no se vaya a ser positivo después. Por eso, hay que seguir respetando las medidas pertinentes. Sobre todo, mascarilla, distancia social e higiene de manos constante.

Eso sí, la principal recomendación que hacen los especialistas médicos es reunirse sólo con convivientes estas Navidades. ¿Por qué? Los test dependen de muchas variables: quién te lo hace, cómo, el tipo de test y el momento en el que se hace. En definitiva, no hay seguridad plena.

Por eso, hay que respetar todas las medidas y recomendaciones sanitarias si nos juntamos con otras personas ajenas al núcleo de convivencia. Además, es preferible guardar cuarentena entre cinco y siete días antes de la reunión con la familia.