Continúa la carrera por la vacunación en el mundo. Los países alrededor de todo el globo tratan de administrar el mayor número de dosis en el menor tiempo posible con el único objetivo de alcanzar la ansiada inmunidad colectiva. En España hay actualmente tres vacunas disponibles: Pfizer, Moderna y AstraZeneca, con la llegada de la vacuna monodosis de Janssen en el aire después de que la farmacéutica haya anunciado que se iba a paralizar de forma temporal la llegada de sus vacunas a la Unión Europea, lo cual también afectaría directamente a nuestro país.

A día de hoy, y a falta de conocer los datos de este martes, España ha recibido más de doce millones de dosis y 7.676.560 personas han recibido al menos una dosis, mientras que 3.108.437 (el 6,6 por ciento de la población) cuenta con la pauta completa. Si bien desde hace unas semanas las vacunas no hacen más que llegar a España, lo cual permite acelerar la estrategia de vacunación, los científicos españoles no cesan en su trabajo por desarrollar y aprobar su propia vacuna. para acortar los plazos y dar un nuevo empujón a la vacunación para alcanzar la inmunidad colectiva. Actualmente España está trabajando en tres vacunas distintas: la del CSIC, en la que trabajan la viróloga Isabel Sola y el doctor Luis Enjuanes; la vacuna de Vicente Larraga y la de Mariano Esteban.

La vacuna del CSIC, liderada por Luis Enjuanes

La vacuna que se está desarrollando por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), espera que su vacuna podría estar lista dentro de un año y se cree que, previsiblemente, empezaría sus ensayos clínicos antes del verano. Se caracteriza por utilizar el ARN mensajero, como la de Pfizer y Moderna pero sus ventajas la diferencian de los compuestos anteriores. Una de las ventajas de la vacuna española es que puede administrarse de forma intranasal. Asimismo, y en base a la aparición de nuevas variantes del coronavirus, podría mostrar mayor efectividad frente a las mismas.

Luis Enjuanes ha asegurado en varias ocasiones que la vacuna es autoamplificable, es decir, que la dosis de ARN que se inyecta puede multiplicarse por 5.000 dentro del organismo. Además genera una inmunidad esterilizante, lo cual permite que las personas que vacunadas con la misma no enfermen, sino que también evita que puedan infectarse ni transmitir el virus. Por otro lado, y al ser de administración intranasal, la convierte en una de las vacunas más esterilizantes del mercado porque consigue frenar la principal entrada del virus a través de las vías respiratorias.

La vacuna de Mariano Esteban: la variante que acabó con la viruela

El CSIC tiene previsto acabar el desarrollo de la vacuna que está desarrollando el virólogo Mariano Esteban. Este compuesto se basa en una variante de la vacuna que erradicó la viruela y ha obtenido buenos resultados en modelos animales.

En declaraciones recogidas por RTVE, Esteban asegura que "es un virus atenuado, incapaz de multiplicarse en las células en la que penetra pero sí tiene la capacidad de producir miles y miles de copias de la proteína del coronavirus cuyo gen está insertado en el ADN de este virus". En otras palabras, la vacuna que desarrolla el equipo de Esteban se basa un un vector viral con el que ya se han fabricado otras siete vacunas en el mundo y se cree que podría estar lista a finales de este año o principios de 2022.

Por el momento está cerca de comenzar la fase de ensayos clínicos en humano y se ha comenzado a producir en un laboratorio de Galicia. Los siguientes pasos es obtener la autorización de la Agencia Española del Medicamento.

El compuesto de Vicente Larraga, el más sencillo de producir

La vacuna que está desarrollando el laboratorio de Vicente Larraga, también del CSIC, se encuentra en fase preclínica pero utiliza una técnica muy diferente la de Enjuanes y Sola. Por el momento es una de las más desarrolladas y la producción es más sencilla, por lo que podría ser la segunda en estar disponible, por detrás de la vacuna de Esteban y por delante del compuesto de Enjuanes. No requiere ultracongelación, lo cual además facilita el transporte y la logística.

En este caso se está trabajando con una molécula de ADN circular que permite que el sistema inmune pueda reaccionar ante varias proteínas del virus de forma específica.