INVESTIGACIÓN POTASIO

Un mayor nivel de potasio tras una hiperpotasemia aumenta el riesgo de muerte

Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia, pronostica, por primera vez, las implicaciones a largo plazo del ascenso de los niveles de potasio tras un episodio de hiperpotasemia grave, asociándolo con el riesgo de muerte, por lo que sugiere una estrecha vigilancia mediante una monitorización posterior.,Los autores del estudio aclaran que, aunque la hiperpotasemia recurrente se asocia con un aumento de la mortalidad, no ne

Agencia EFE

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Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico de Valencia, pronostica, por primera vez, las implicaciones a largo plazo del ascenso de los niveles de potasio tras un episodio de hiperpotasemia grave, asociándolo con el riesgo de muerte, por lo que sugiere una estrecha vigilancia mediante una monitorización posterior.

Los autores del estudio aclaran que, aunque la hiperpotasemia recurrente se asocia con un aumento de la mortalidad, no necesariamente es su causa y consideran que los hallazgos no pueden generalizarse, al haberse realizado en un solo centro, por lo que requieren de sucesivas investigaciones.

La hiperpotasemia (exceso de potasio en plasma) es frecuente en pacientes con enfermedad renal crónica, enfermedades cardíacas, enfermedades del hígado o diabetes.

En casos severos, está asociada a un mayor riesgo de eventos clínicos adversos, como arritmias cardíacas, paros cardíacos y muerte, según ha informado la institución.

La investigación, cuyos resultados han sido publicados en Nephrology Dialysis Transplantation, está dirigida por el Doctor José Luis Górriz, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico de Valencia, en colaboración con el doctor Julio Núñez, del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico, y con médicos del Servicio de Nefrología del Hospital Doctor Peset.

Los nuevos hallazgos indican que no hay que considerar un episodio de hiperpotasemia como un incidente aislado, ya que pueden producirse posteriores aumentos de los niveles de potasio.

Por ello, aseguran los investigadores, "es necesario mantener la monitorización y aplicar un tratamiento adecuado si la hiperpotasemia persiste".

El estudio muestra que esta recurrencia de la hiperpotasemia es frecuente, especialmente durante los primeros seis meses tras el alta hospitalaria, por lo que resaltan la importancia de un seguimiento clínico y una monitorización del potasio y proponen la prescripción de tratamientos bien tolerados tras el alta, lo que "ayudaría a reducir nuevas hospitalizaciones, el riesgo de mortalidad y la carga económica", según Górriz.

Según este investigador, los niveles de potasio previos a un episodio grave de hiperpotasemia no predicen los niveles de mortalidad, pero los cambios de los niveles de potasio tras el episodio de hiperpotasemia grave sí que son predictores de mortalidad.

Los pacientes que han sufrido hiperpotasemia, tras ser dados de alta, pueden sufrir recurrencias en la hiperpotasemia. Por ello, se requiere monitorización, ya que, si bien la evolución deseable es pasar de niveles de potasio elevados a niveles normales, la evolución en sentido contrario se asocia a un incremento en siete veces del riesgo de mortalidad.

"Una sola medición de potasio es como una fotografía, pero la medición en serie de potasio -a través de una metodología estadística compleja- después de un episodio de hiperpotasemia es como un vídeo, que proporciona mucha más información y eso es lo que hemos analizado en nuestra investigación utilizando las trayectorias del potasio", añade.

La investigación se basó en un estudio retrospectivo sobre 160 pacientes con hiperpotasemia severa para evaluar en ellos la trayectoria del potasio a largo plazo y el riesgo de mortalidad.

De estos pacientes, con una media de edad de 77 años, el 25 % no tenía enfermedad renal crónica previa, según las fuentes, que indican que las comorbilidades más frecuentes fueron enfermedad renal crónica (71,2 %), fallo cardíaco (35 %) y diabetes mellitus (56,9 %).

Las causas de muerte incluyeron eventos cardiovasculares (47,2 %), infecciones (23,5 %), neoplasias (16,2 %), causas hepáticas o gastrointestinales (11,8 %) y otros (1,5 %).

La tasa de supervivencia fue del 73 % a las 3 semanas y del 55 % a los 24 meses.

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