La familia Pantoja vive una etapa de auténtica tensión por el enfado que protagonizan Isabel Pantoja y su hijo, Kiko Rivera. Sin embargo, todo parece indicar que la reconciliación estaría más próxima de lo que se creía. En 'Sálvame', Kiko Hernández ha trasladado esta noticia: la intérprete de 'Marinero de Luces' ha vuelto a seguir a su hijo y a su nuera a través de redes sociales. "Se dejaron de seguir y esta mañana ha tenido lugar el milagro, han hecho las paces, por lo menos en redes sociales". Un gesto que dejaría entrever un acercamiento entre madre e hijo.

Además, Anabel Pantoja ha asegurado que ella desconocía que su tía había bloqueado a Kiko ni este nuevo gesto en redes sociales y se mostraba visiblemente sorprendida. De hecho, ha indicado que Isabel Pantoja no se encarga de sus propias redes sociales lo que ha generado un auténtico debate en plató. Pero el acercamiento se encuentra ahí, latente con ese 'follow'.

Desde hace un tiempo, la relación entre los miembros de la familia no hacía más que empeorar. La sobrina de la cantante tampoco mantiene contacto con su primo. Por tanto, únicamente quedaría esperar para ver si ese nuevo movimiento por parte de Isabel Pantoja mejora la escala de alta tensión que vive la familia. Sea como fuere el debate sobre esa difícil situación que van atravesando continuará y será muy comentada en la pequeña pantalla.

Isabel Pantoja siembra dudas sobre el futuro de Cantora tras la aparición de un mensaje en su puerta

Ni se vende ni se embarga, Cantora, finca de Isabel Pantoja y Kiko Rivera, se alquila. Al menos así lo indica el cartel que luce en su archiconocida fachada, lugar de peregrinación donde muchos fans y curiosos inmortalizan su visita.

Las discrepancias entre madre e hijo sobre la herencia del desaparecido Paquirri parece que siguen sin llegar a un punto de encuentro y la finca, joya de la corona en la que actualmente reside la tonadillera con su madre, doña Ana, y su hermano Agustín, es el centro de todas las discordias.

A falta de un acuerdo firme entre los dos propietarios, han sido los seguidores de los avatares de la familia Pantoja quiénes se han tomado la libertad de decidir el destino de la finca. Ni cortos ni perezosos han colgado en su fachada un llamativo cartel naranja en el que se indica que la propiedad se alquila para eventos, concretamente, bodas, bautizos y comuniones.