Ha llegado el invierno y con él la temporada de tos, gripe y enfermedades de respiratorias. Cuando la persona que enferma es un adulto, tenemos la tranquilidad de que esta sabe más o menos qué hacer, porque seguramente no es la primera vez que contrae un resfriado o la gripe. Pero, cuando la persona enferma es un niño, la situación es totalmente distinta. Esto se debe, principalmente, a que un niño no es como una persona adulta, sus cuerpos son un poco más débiles ante las enfermedades. Por lo que es posible que la misma enfermedad, que para un adulto es más llevadera, para un niño pequeño, podría llegar a ser motivo de hospitalización.

Es por esta razón que, cuando nuestros hijos caen enfermos, lo mejor es llevarlos al médico para que nos diga cómo combatir la enfermedad y qué medicamentos deben tomar. Sin embargo, a la hora de ir a la farmacia, muchos padres se están encontrando con la situación de que en estas escasea el jarabe de amoxicilina para la infección respiratoria de sus pequeños. No es un caso raro, dado que los problemas para comprar un medicamento en ciertas épocas del año son bastante frecuentes en España. Por suerte, este problema se suele resolver sustituyendo el medicamento recetado por otro que es igual, pero de otro fabricante, o por el medicamento genérico.

¿Qué es un medicamento genérico?

Son medicamentos con la misma calidad, seguridad y eficacia que el correspondiente medicamento de referencia (el de marca). Un ejemplo de esto lo encontramos en el ansiolítico Aremis, que es el nombre de la marca. Pero el nombre del medicamento genérico es Sertralina.

Pero, en el momento en que hay un pico de demanda, como en invierno, las existencias de todos los productos del mismo tipo se reducen. La pregunta de por qué hay estos problemas de suministro se debe a un conjunto de razones que hacen que sea difícil hallar una solución.

Según los datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), en nuestro país hay unos 14.900 fármacos autorizados en más de 32.000 presentaciones distintas, ya sea en pastillas, cápsulas, jarabe, medicamento en polvo o inyectable. En dicho informe, la propia agencia reconocía que hasta junio de 2022 hubo 1.105 problemas de suministro, que fue 31 por ciento más que en el semestre anterior, en el cual hubo solo 842 problemas de suministro.

En la página de la Aemps de problemas de suministro, constaban ayer, 21 de noviembre, 632 fármacos con problemas de suministro activos (hoy, en 22 de noviembre de 2022, son 630). Algunas de estas faltas vienen de años atrás y no tienen fecha de final del problema. Unas decenas estos medicamentos con escasez vienen de fechas más recientes y se prevé que sigan así hasta finales de 2022, o hasta los meses de enero o marzo de 2023.

En esta lista podemos encontrar que escasea la amoxicilina en 17 tipos de presentaciones distintas. Pero también encontramos medicamentos contra el asma, el colesterol alto, anticoagulantes, psicofármacos o tratamientos oftalmológicos, entre otros. Según la Aemps, los fármacos con más problemas siempre son los del sistema nervioso, como los analgésicos, anestésicos, psicofármacos, etc.

Esta "tensiones", como las llama la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, solo afectan al 3,4 por ciento del total de los medicamentos. La agencia también afirma que esto solo afecta al 0,2 por ciento de las presentaciones con más impacto sobre los pacientes. Sin embargo, siempre hay pacientes que tienen que pedir un cambio de medicamento al farmacéutico o al médico, porque en la red de farmacias no hay existencias.

El farmacéutico y presidente de la patronal catalana, la Federació d'Associacions de Farmàcies de Catalunya (Fefac), Antoni Torres, afirma que "pese a todo, nadie se queda nunca sin medicamento". Sin embargo, no hay que hacer acaparar, ni acumular fármacos para tener acceso a estos en caos de que nos hagan falta. Además, desde el Col.legi de Farmacèutics de Barcelona (Cofb), admiten que podría hablarse de desabastecimiento puntual, ya que un día falta un medicamento y a la semana siguiente falta otros.

Causas

En lo que respecta a las causas de los problemas de este año, además de las dificultades derivadas de la pandemia del covid, la Aemps habla de que en el 25 por ciento de los casos se tratan de problemas de fabricación; un 24,6 por ciento es por la capacidad de la planta; otro 22 por ciento se debe al aumento de la demanda de estos fármacos y en 8 por ciento restante de los casos se debe al suministro de principios activos.

Según explica Torres, la escasez de medicamentos se debe a varias causa que se arrastran desde hace años. Por un lado, indica el marco mundial, es decir, la búsqueda de los gobiernos de reducir el coste de la factura farmacéutica y de los laboratorios por rebajar los costes, han llevado a que el 80 por ciento de los principios activos y presentaciones de los medicamentos se hagan en países como China o India. De esta forma, los problemas a nivel global de materias primas o de logística puede provocar la reducción de existencias o retrasos en su suministro.

Y, por otro lado, tenemos los marcos normativos europeo y español. Resulta que, según comenta Torres, que los fármacos en España son hasta 10 veces más baratos que en otros países vecinos de la Unión Europea. Muchos laboratorios y distribuidores de estos tienen muchos más beneficios si los comercializan en otros países. Por lo que muchas compañías ajustan al máximo las existencias a la demanda española para vender más envases en otros países, afirma Torres.

Según apunta el tesorero de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (Fefe), Ángel Vives, esto ocurre especialmente en los fármacos que son más rentables por ser más caros o los más baratos de España. Por lo que, si hay un problema de suministro o crece la demanda de los medicamentos, en poco tiempo hay escasez.