España en el top 10 mundial en festivales de verano
El sector prevé superar el récord de asistencia y facturación de 2024

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España se ha convertido en uno de los diez países del mundo que más festivales de música en vivo organiza durante el verano. En total, son más de un centenar, repartidos por la gran mayoría de provincias españolas, a los que el año pasado acudieron más de cinco millones de personas, y que este 2025 esperan recibir aún más asistencia.
Y en cifras económicas, 2024 también fue de récord en la facturación. El país se embolsó cerca de 725 millones de euros, el dato más alto registrado hasta ahora, y un 25 por ciento más que el año anterior. Y, ¿por qué esta fiebre por la música en vivo en España?
Lalo Díez, experto en gestión de eventos musicales, señala la pandemia provocada por el Covid-19 como el gran punto de inflexión: “acabada la cuarentena, la gente se dio cuenta de que tenía que vivir la vida, salir a hacer planes, disfrutar”, explica. Y desde entonces, el panorama 'festivalero' ha crecido hasta tal punto que el sector ya se puede considerar una pieza clave de la oferta cultural española, especialmente, durante junio, julio y agosto.
Tanto es así, que en previsiones hay 198 grandes festivales organizados para este verano, y si ampliamos la mirada al resto del año y formatos, nos encontramos con cerca de mil.
Una experiencia que va más allá de la música
Asegura Díez que los festivales se han convertido en algo más que un plan musical, más bien, “el mundo de los festivales ha ampliado su visión, que va más allá de la música, puede acaparar montaña, sol, playa, buena gastronomía, buenos hoteles o buenos planes de ocio complementarios”.
Incluso, los festivales se han convertido en espacios de los que disfrutar en familia. “Cada vez más, se ven familias al completo que han encontrado en estos espectáculos, lugares a los que acudir para disfrutar de la música con la compañía que más queremos, incluidos bebés”, explica.

Festival para familias.
Así es, la fiebre festivalera en España ha alcanzado a los más pequeños. Y los festivales y espectáculos de música en directo dirigidos a familias enteras han proliferado en los últimos años. No en vano, los eventos dirigidos a este público se cuentan ya por decenas alrededor del país.
Y también generan un impacto para quienes buscan un empleo, sobre todo, durante la temporada estival. El año pasado se generaron en torno a 300.000 puestos de trabajo, la mayoría temporales, en la industria de la música en vivo.
¿Quién va -y a qué- festivales?
Los tiempos han cambiado. En los años 80 o 90, “el perfil de las personas que iban a festivales era muy concreto; amantes de la música”, que acudían a disfrutar de lo que, entonces, era un fenómeno emergente. Sin embargo, el panorama ha cambiado.
Sí es cierto que la parte más gruesa del público la componen personas de edad no muy avanzada (18-35), eso sí, ya no hablamos únicamente de melómanos que acuden a empaparse de música en directo durante unos días, sino a vivir una experiencia más amplia.
En el otro lado de la balanza, las personas de más avanzada edad van, cada vez más, a festivales. Claro que también cabe que fueran los mismos que iban en los años 90, solo que ya más mayores.
Influye en este dato que muchos de los grupos contemporáneos de esta parte del público comienzan ahora las que muy probablemente serán sus últimas giras, bolos y festivales en nuestro país. Por lo que puede ser cualquiera de estas la última oportunidad para ver en vivo a quienes han compuesto parte de la banda sonora de la vida de estas personas.

Paul McCartney y Bruce Springsteen.
Un impulso al turismo, también en regiones poco visitadas
39 de las 50 provincias españolas cuentan, al menos, con un festival considerado grande en julio o agosto. Según el portal 'Festivales Wiki', Valencia es la región española que más eventos organiza en verano, con un total de 24 previstos para esta temporada. Seguido de cerca por las Islas Baleares, con 17, y Murcia, con 10.
Sin embargo, provincias españolas que el resto del año están menos acostumbradas a recibir turistas, tienen la oportunidad en verano de citar a grandes artistas con capacidad para atraer la atención de más viajeros, tanto nacionales como internacionales. Y no solo capitales de provincias, en algunos casos también, pueblos y localidades de no mucha población.
Entornos seguros
Los festivales de música se convierten en reuniones masivas, de miles y miles de personas desconocidas, que se agrupan en espacios concretos durante unos cuantos días. Y no escapa a nadie que, pese a no ser la tónica general, son entornos en los que puede haber alguien dispuesto a arruinarlo todo.
No obstante, Díez afirma que “la Administración, afortunadamente, está cada vez más encima de este tipo de eventos, y todo está muy vigilado, desde los aforos de los recintos, hasta la seguridad de los asistentes o las salidas de emergencia”.
Tanto es así, que los promotores, gracias a las pulseras, cada vez más frecuentes en este tipo de planes, tienen al alcance de la mano manejar en tiempo real cuanta gente, y qué gente, está dentro del recinto. Gracias a estas herramientas, lo habitual es que los festivales “transcurran sin percances”, asegura.