Investigadores del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnologia (ICN2), en colaboración con los hospitales Vall d'Hebron y Clínic de Barcelona y la Universidad de Aix-Marsella (Francia), han desarrollado un nanobiosensor óptico que permite hacer pruebas serológicas rápidas y fiables de COVID-19.

El innovador nanobiosensor, basado en tecnología plasmónica, ha sido validado en más de un centenar de muestras clínicas y ha mostrado una sensibilidad del 99% y una especificidad del 100%, por lo que los investigadores lo consideran un dispositivo muy útil para hacer las pruebas serológicas de vigilancia y gestión de epidemias y para hacer estudios de inmunidad adquirida.

La investigación ha sido liderada por la jefa del Grupo de NanoBiosensores y Aplicaciones Bioanalíticas del ICN2, Laura M. Lechuga, profesora de investigación del CSIC, quien ha resaltado que el biosensor identifica y cuantifica en menos de 15 minutos los anticuerpos contra el SARS-COV-2 en el suero sanguíneo, sin necesidad de pretratamiento de la muestra ni de un largo procesamiento.

Para lograrlo, emplea un dispositivo óptico basado en una técnica plasmónica que el equipo de la profesora Lechuga lleva años consolidando y que ha implementado para diagnósticar diversas enfermedades, como detectar biomarcadores de cáncer, ingestión de gluten o alergia a los antibióticos.

El nanobiosensor, cuyo desarrollo publica la revista 'Analytical Chemistry', ha sido probado en 120 muestras de suero, de las cuales 100 procedían de pacientes confirmados como positivos a COVID-19 y 20 negativos (estas recogidas antes del brote de la pandemia).

Análisis comparativos con las técnicas estándar y los ensayos comerciales de flujo lateral mostraron que esta tecnología de biosensores plasmónicos supera en sensibilidad y especificidad los métodos de diagnóstico actuales.

Según los investigadores del ICN2, la serología veloz y cuantitativa es crucial para controlar la evolución de la pandemia de COVID-19, gestionar la hospitalización e ingreso de pacientes en las UCI y evaluar el estado inmunológico de las personas durante las campañas de vacunación y en presencia de variantes emergentes del virus.

Como el dispositivo de lectura es "compacto" y el procedimiento se puede automatizar, los investigadores han asegurado que esta tecnología podría introducirse en consultas médicas y farmacias.