Científicos descubren que el humo de los incendios forestales provoca la destrucción de la capa de ozono
El incendio reciente más impactante en nuestro planeta fue el de Australia, que duró casi 1 año. Las partículas que expulsa el humo afectan a la capa de ozono y a nuestra salud

ctv-uay-forest-fire-gb5df45ebc 1920
Madrid - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Cada verano, varios incendios destrozan parte de nuestro planeta. Uno de los más recientes y que será recordado por el gran impacto que tuvo fue el incendio forestal de Australia, que duró desde junio de 2019 hasta mayo de 2020. A lo largo de esos meses más de 23 millones de hectáreas quedaron reducidas a cenizas y cerca de 3 mil animales que habitaban en esos bosques tuvieron que ser trasladados. Pero no solo eso, un millón de partículas de humo llegaron hasta la atmósfera, traspasando los 35 kilómetros desde la superficie, comparable al efecto que causa un volcán.
Un equipo de químicos atmosféricos del MIT (Instituto de Tecnología de Massachussets) detectaron que el humo de esos incendios había provocado reacciones químicas en la estratosfera. Esto produjo una destrucción de la capa de ozono estratosférica en latitudes medias, esta es la capa que protege a la Tierra de la entrada de radiación ultravioleta. El estudio que realizaron ha sido publicado en la revista 'PNAS'. En él explican que "los resultados indican que el aumento de la actividad de los incendios forestales en un mundo en calentamiento puede retrasar la recuperación de la capa de ozono".
El humo agotó un 1% de la capa de ozono
"Estudios previos han asumido que el humo se cubrió con ácido sulfúrico y agua y agotaría la capa de ozono a través de la química heterogénea en esas superficies, como se observa habitualmente después de las mejoras volcánicas de la capa de sulfato estratosférico", resaltan los químicos. El humo puede generar pricumulonimbos (nubes altas) y esto agotó la capa de ozono un 1%. Una cantidad que se había recuperado después de 10 años de trabajo para detener su devastación. “Es bien sabido que los incendios forestales aumentan la contaminación por ozono a nivel del suelo, lo cual es un efecto negativo muy peligroso para la salud, pero la disminución del ozono en la estratosfera a causa de ellos es un nuevo hallazgo”, dice Susan Solomon, autora principal del trabajo.
Por el momento, el principal factor de agotamiento del ozono habían sido los clorofluocarbonos, productos químicos parecidos a los antiguos refrigerantes que se prohibieron en 1987 por el Protocolo de Montreal. Sin embargo, siguen pululando por la estratosfera. En Australia, estos ya han destruido entre un 5 y un 8% de la capa de ozono sobre esta zona. A ellos se suma ahora el impacto de los incendios. “Si los futuros incendios forestales son más fuertes y frecuentes, como se prevé que ocurra con el cambio climático, la recuperación prevista del ozono podría retrasarse años, ahora que el mundo ha dejado de producir sustancias químicas de clorofluorocarbono”, alerta Solomon.
Descenso de dióxido de nitrógeno, indicio del agotamiento de la capa de ozono
Cuando los incendios empezaron a sofocarse, en marzo de 2020, el equipo de químicos notó un descenso de dióxido de nitrógeno en la estratosfera. Esto está considerado como el primer paso para que aparezcan reacciones químicas que agotan el ozono. Los investigadores descubrieron que esta bajada del dióxido de nitrógeno está directamente relacionado con la cantidad de humo que los incendios liberaron en la estratosfera. Pengfei Yu, de la Universidad de Jinan (China), otro coautor del estudio analizó en otro estudio en el año 2021 el impacto de los incendios. Descubrió que la acumulación del humo había calentado ciertas zonas de la estratosfera hasta 2 grados, fenómeno que duró durante seis meses. Además, en su investigación detectó los indicios de la destrucción del ozono en el hemisferio sur después de los incendios.
El equipo de químicos se planteó entonces la duda de si el humo podría haber agotado el ozono a través de una química similar a la de los aerosoles volcánicos, cuyas grandes erupciones son capaces de llegar a la estratosfera. Ya en 1989, Susan Solomon descubrió que las partículas de los volcanes pueden destruir el ozono con unas reacciones químicas, sobre todo si acumulan humedad en su superficie y reaccionan con las sustancias químicas que se encuentran en la estratosfera. Ahora, en la nueva investigación verificaron que las partículas de humo parecían haber estado mojadas.
Primera vez que se descubre esta evidencia
“El agua en las partículas disminuyó la concentración de dióxido de nitrógeno en la estratosfera. Como este es un neutralizador del cloro de los clorofluorocarbonos (especialmente el monóxido de cloro), hubo menos dióxido de nitrógeno y más pérdida de ozono”, detalla Solomon. Querían comprobar este efecto, por lo que utilizaron tres instrumentos de satélites independientes con los que analizaron el dióxido de nitrógeno en el hemisferio sur durante los meses previos y posteriores a los incendios. Todos los instrumentos mostraron los mismos datos, “grandes disminuciones de dióxido de nitrógeno (NO2) en el humo, tan grande que la cantidad de NO2 sobre Australia fue la más baja de los últimos 20 años”, comenta Salomon
“Es la primera vez que la ciencia establece un mecanismo químico que relaciona el humo de los incendios forestales con el agotamiento del ozono. Puede que solo sea un mecanismo químico entre muchos otros, pero está claramente ahí”, añade la experta. Ahora, el equipo está estudiando otras reacciones desencadenadas por el humo de los incendios forestales que podrían contribuir aún más a la destrucción del ozono, ya que cada porcentaje disminuido de la capa de ozono provoca un aumento del 2 % del cáncer de piel. “La disminución del ozono también aumenta las cataratas en los seres humanos y, por supuesto, también puede afectar a las plantas y los animales”, concluyen.