Científicos demuestran que las canas pueden aparecer por el estrés
A pesar de estar asociadas con la edad, un estudio ha revelado que las situaciones de estrés intensas y prolongadas en el tiempo pueden causar que el pelo se nos vuelva blanco

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Canas, esos pelos blancos que asociamos con la edad y que muchos tratan de ocultar aplicándose tintes en el cabello. Sin embargo, resulta que no solo nos pueden salir canas cuando nos hacemos mayores, también pueden aparecer por el estrés. Un equipo de neurólogos pertenecientes a la Universidad de Harvard (Estados Unidos) ha llegado a esta conclusión después de realizar una investigación sobre el tema. Su estudio ha sido publicado en la revista 'Nature'. Parece ser que, cuando estamos expuestos a situaciones intensas y prolongadas en el tiempo de estrés, nuestros folículos pilosos se quedan sin melanocitos, que son las células encargadas de pigmentar el pelo.
¿Y quién tiene la culpa de que ocurra esto? El sistema nervioso simpático, el encargado de activarse cuando estamos en un episodio en el que nos vemos amenazados o estresados. Para sacar estos resultados, el equipo de científicos se centró en realizar experimentos con ratones. Estos animales fueron expuestos a situaciones estresantes para ellos. Con ello, los expertos pudieron observar que cuanto mayor era el sufrimiento que padecían, más afectadas estaban las células madre que se encuentran en la base de los folículos pilosos.
Varias teorías
Por lo tanto, descubrieron que el estrés provoca que las células se multipliquen mucho más rápido, hasta el punto en el que se agoten y nuestro pelo deja de tener color porque las encargadas de aportárselo ya no pueden. Pero claro, el estrés no solo se evidencia en el pelo, ya que afecta a todo nuestro cuerpo. Por lo que los científicos tuvieron que encontrar cuál era el mecanismo que dejaba el pelo grisáceo o blanco. En un inicio, su teoría principal era que una situación estresante provocaba que nuestro sistema inmunitario se viese atacado. Así que probaron a "desactivar" el sistema inmunitario de algunos roedores. Pero vieron que los que tenían su sistema en perfectas condiciones también desarrollaban canas.
Luego pasaron a otra teoría, la cual se basaba en que el responsable de este fenómeno capilar era el cortisol, una hormona que desprendemos cuando tenemos estrés. No obstante, de nuevo ocurrió lo mismo que con el experimento anterior. Los ratones que no fueron extirpados de las glándulas que producen el cortisol, también sufrieron el blanqueamiento del pelo. Así que, tras un largo trabajo, por fin dieron con la respuesta: el sistema nervioso. En concreto, el simpático, que es el implicado en los procesos de lucha o huida.
Cinco días y el pelo se vuelve blanco
Por lo que, cuando estamos en una situación en la que sentimos estrés, nuestro sistema nervioso simpático, es decir, el encargado de protegernos frente a las posibles amenazas, hace que haya una estimulación excesiva en las células madre que se encargan de crear melanocitos (responsables de la pigmentación del pelo). Es más, los investigadores se dieron cuenta de que solo hacían falta cinco días para que el estrés fulminase las células madre productoras de melanocitos. Y es que nuestro cuerpo no es capaz de reemplazar esas células que ya no sirven, así que, si se agotan nos quedamos sin las funciones que cumplían.
Todavía no se conoce cuáles son las razones detrás de que el pelo se vuelva blanco, pero este estudio se ha convertido en la primera evidencia científica en explicar la relación entre el estrés y las canas. Además, el equipo de investigadores que ha llevado a cabo el estudio prevé continuar haciendo más investigaciones sobre el tema, para comprobar cuál es el impacto que tiene el estrés en otros tejidos. "Si descubrimos los mecanismos que hacen que el estrés cause daños en los tejidos humanos y las células madre, estaremos más cerca de encontrar tratamientos que puedan contribuir a revertir los efectos adversos en nuestro organismo", concluyen los autores.