Las tormentas que acompañan a la lluvia y el viento esta Semana Santa en Castilla y León ha dejado 178 rayos entre las dos de la madrugada del miércoles y la misma hora de este jueves, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunidad a través de un tuit.

La mayoría de los rayos ha caído en Segovia y Burgos asociados a una línea de tormentas con granizo menudo, de acuerdo a la misma fuente.

En concreto, se han contabilizado 90 rayos en Segovia, con 79 en Burgos, cuatro en Valladolid, tres en Ávila, y sendos en Salamanca y Soria.

La lluvia ha provocado la suspensión de la procesión del Silencio en Zamora que ha causado tristeza entre los cerca de 2.400 cofrades de la Real Hermadad del Cristo de las Injurias de Zamora que se habían congregado en el entorno de la Catedral de Zamora.

El tiempo estaba inestable, pero después de una ligera lluvia, los cofrades pudieron salir pasadas las 20.30 horas a la plaza de la Catedral, donde debían jurar silencio antes de comenzar el desfile.

Sin embargo, veinte minutos después, cuando aún se colocaban los cofrades en la plaza antes de iniciar el rito del juramento de silencio, la lluvia volvió a hacer acto de presencia.

Por ello, el presidente de la hermandad, Rufo Martínez, ha anunciado con pesar que la procesión quedaba suspendida.

En su lugar se ha celebrado un Vía Crucis en el interior de la seo zamorana, al que han asistido algunos de los cofrades y parte del público que esperaba el inicio del desfile en la plaza de la Catedral.

En la seo se vuelto a guardar en una de las capillas al Cristo de las Injurias, un crucificado renacentistas que es una de las imágenes más imponentes de la Semana Santa de la ciudad, que está declarada de interés turístico internacional y Bien de Interés Cultural.

La suspensión del desfile tuvo lugar después de que hubieran salido los dos pebeteros de la cofradía, uno de los cuales reproduce la torre del Salvador de la Catedral de Zamora y que tiene un peso superior a los seiscientos kilos.

La lluvia ha impedido este año disfrutar de la típica estampa del anochecer del Miércoles Santo en Zamora, con los cofrades del Cristo de las Injurias recorriendo las calles en silencio con sus trajes de túnica de estameña blanca, caperuz de terciopelo rojo, cordón y decenario a la cintura y hachón con vela.