La peculiaridad que hace de esta biblioteca española una de las más raras del mundo: se dice de ella que es la Octava Maravilla del Mundo

El Ministerio de Cultura celebra hoy, 24 de octubre, el Día de las Bibliotecas en España

Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Alamy Stock Photo

Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Álvaro Fedriani

Madrid - Publicado el

5 min lectura

La Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura, a través de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria, celebra hoy en España el Día de las Bibliotecas. Bajo el lema "Contra la desinformación: bibliotecas", pretende destacar el papel fundamental que desempeñan estos centros, tanto públicos como privados, en la lucha contra la desinformación.

El Ministerio de Cultura subraya que las bibliotecas combaten la desinformación con los recursos que tiene a su disposición (las colecciones de libros y prensa) y que son un "dique de contención contra la desinformación gracias a su personal, que trabaja como curador de contenidos y apoyo a los usuarios en la búsqueda de información a través de fuentes fiables y contrastadas".

Edificio de la Biblioteca Nacional de España en Madrid

Alamy Stock Photo

Edificio de la Biblioteca Nacional de España en Madrid

En España tenemos algunas de las mejores bibliotecas del mundo y una de ellas es la que se encuentra en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y de la que vamos a hablar hoy.

LA OCTAVA MARAVILLA DEL MUNDO

Para encontrar el germen de la construcción del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial nos tenemos que remontar al 10 de agosto de 1557. Ese día el Imperio español consigue vencer a las tropas francesas del rey galo, Enrique II, en la conocida batalla de San Quintín.

Un año después de aquel enfrentamiento, expira en Cuacos de Yuste (Cáceres) quien, hasta hacía muy poco, había sido la cabeza de la Corona de España y del Sacro Imperio Romano Germánico: el rey Carlos. En su testamento, el monarca había expresado su voluntad de ser enterrado en Granada, junto a sus padres y abuelos, pero, sobre todo, junto a su esposa, la emperatriz Isabel de Portugal.  

Sin embargo, tal y como cuenta Geoffrey Parker en Felipe II: La biografía definitiva (2010), "en un codicilo posterior autorizaba a Felipe a elegir su lugar de descanso, siempre que estuviera junto al de la emperatriz". Quizá sea ese el momento en el que nace en la mente del Rey Prudente la idea de construir un espacio que sirva de "mausoleo para su familia así como para honrar a San Lorenzo".

Felipe II está decidido a afrontar esa empresa. El único interrogante por despejar es dónde hacerlo. Necesita un lugar apartado que le sirva para retirarse y alejarse de la Corte. En abril del año 1561 encarga a tres monjes de la Orden de San Jerónimo que busquen una ubicación adecuada para ello. La comisión se pone manos a la obra, pero el rey es más rápido.

Vista aérea del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Alamy Stock Photo

Vista aérea del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

En noviembre de ese año "había tomado la decisión: construiría su monasterio jerónimo en las estribaciones del Guadarrama, cerca del pueblo de El Escorial". Los religiosos se muestran del todo conformes, pero le sugieren un único cambio: "que, en lugar de 'San Lorenzo de la Victoria', la nueva fundación se llame 'San Lorenzo el Real'. El rey estuvo de acuerdo".

El diseño del edificio corre a cargo de Juan Bautista de Toledo y de su discípulo Juan de Herrera, quienes le dan forma de parrilla en honor al santo español al que se consagraba. El hispanista John Elliott explica en su libro La España imperial 1469-1716 (1986) que "en el Escorial, con su austera fachada, el exuberante plateresco del primer renacimiento español ha desaparecido para siempre, sustituido por la fría simetría de un clasicismo rígido, imperial, dignificado y altivo, símbolo fiel del triunfo de la rigidez en la España de la Contrarreforma y del triunfo de la monarquía autoritaria sobre las fuerzas disgregadores de la anarquía".  

EL REY MECENAS

Aunque Felipe II es conocido con el apodo de "el Prudente", bien podríamos referirnos a él —en vista de su gusto por las artes, las letras y las ciencias— como el Rey Mecenas. Su obra más significativa es, por supuesto, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial; pero dentro de él no solo destaca, por su importancia histórica, el panteón de los reyes, sino también la gran biblioteca.  

Interior de la biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Alamy Stock Photo

Interior de la biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Al hablar de ella, Manuel Fernández Álvarez asegura que está "tan magníficamente decorada, que cuando se ve provoca un sentimiento de admiración, como algo resplandeciente y vivo, en contraste con las otras partes del monasterio, que parecen dedicadas casi exclusivamente a recordar la muerte".

La biblioteca se llena muy pronto con los cuatro mil volúmenes que Felipe II tiene en su propiedad. "Pronto se pudo saber que uno de los mejores regalos que se le podían hacer al monarca era el de ofrecerle libros", recuerda Fernández Álvarez. A la del rey se suman las donaciones del historiador y humanista Diego Hurtado de Mendoza y los cronistas Jerónimo de Zurita, Juan Pérez Castro y Ambrosio de Morales, el marqués de los Vélez o el cardenal de Burgos.

El historiador madrileño apunta en su monografía sobre el rey que "se alcanzaron pronto unas cifras tales, que hicieron de la biblioteca de El Escorial una de las más importantes de la Cristiandad, acaso superada tan sólo por la del Vaticano, tanto por el número como por la calidad".

Otro historiador, Antonio Domínguez Ortiz añade en España, tres milenios de historia (2000) que en ella "los manuscritos árabes y hebreros no eran menos apreciados que los latinos".

En el plano artístico, sobresalen los frescos de Pellegrino Tibaldi. Llama la atención la bóveda de 54 metros de largo en la que se representan las siete artes liberales (gramática, dialéctica, retórica, aritmética, geometría, música y astronomía), la Teología y la Filosofía.

Bóveda pintada por Pellegrino Tibaldi para la biblioteca de San Lorenzo de El Escorial

Alamy Stock Photo

Bóveda pintada por Pellegrino Tibaldi para la biblioteca de San Lorenzo de El Escorial

UN SISTEMA ÚNICO

La biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial guarda en su interior hoy alrededor de 40.000 volúmenes, de los que 600 son incunables, es decir, que fueron impresos antes del año 1501, o lo que es lo mismo, durante los primeros años de la imprenta.

Pero lo más interesante de ello es el método de organización y conservación que tienen para que no se vean dañados por el paso del tiempo, el polvo o los cambios de luz. Los libros están colocados por temas y tamaño, y dispuestos con el canto dorado hacia el exterior. Esta peculiaridad se debe también a que Felipe II no quería que los colores de los lomos distrajeran de los frescos del techo.

Programas

Último boletín

05:00 H | 25 OCT 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking