El inteligente señuelo con el que el Ejército Español distrajo a Marruecos y recuperó Perejil: con solo 28 hombres y en 20 minutos
En 2002, soldados marroquís ocuparon militarmente el islote con el fin de hacerse con él, provocando una de las crisis diplomáticas más importantes de la historia reciente

Operación Romeo - Sierra. Foto de Emilio Morenatti para EFE
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Tensiones, continuos tiras y aflojas y unas relaciones que no siempre han sido idílicas. Es la diplomacia que mantienen España y Marruecos desde hace muchos años. Aunque conviene que entre países vecinos haya ciertos lazos que no se rompan, no siempre ha sido fácil.
Apenas nos separan 14 kilómetros en nuestra frontera marítima con el país de Mohamed VI, y solo unos metros cuando se trata de Ceuta y Melilla. Sin embargo, nos diferencian elementos culturales que hacen que, sin duda, ambos países se distancien más.

Vista aérea de la separación entre España y Marruecos
Más allá de todos esos pormenores, España y Marruecos han vivido momentos de inusitada tensión, que, frecuentemente, han podido desembocar en auténticas guerras. A todos se nos viene a la cabeza la Marcha Verde, a pocos días de morir Franco, en la que, de forma deliberada, el gobierno mandó a sus civiles a ocupar el Sáhara entonces español.
De manera más actual, todos recordamos el problema que han sufrido Ceuta y Melilla con la inmigración marroquí, llegando a verse desbordadas mientras, al otro lado de la frontera, no hacían nada para aliviar la tensión.
Pero si hay un momento que marcó un antes y un después en la historia de estas problemáticas relaciones, ese es el de la ocupación por parte de Marruecos del islote de Perejil.
Sí, esa pequeña isla entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico que apenas mide 500 metros de largo por 300 de ancho. Es tan pequeña, que puede rodearse sin mucha dificultad en un tiempo relativamente corto.
Su historia, eso sí, es mucho más compleja que sus cortas medidas, y aunque desde 1581 pasó a ser española al anexionar nuestro país Ceuta, su soberanía ha estado en entredicho en no pocas ocasiones. Marruecos e Inglaterra han estado altamente interesadas en el islote, y en muchas ocasiones, han querido reclamarlo para sí.
Y en una de esas ocasiones, en 2002, fue cuando Marruecos, de forma sorpresiva, ocupó militarme un islote que es, a todas luces, español.
Una ocupación que casi acaba en guerra con Estados Unidos de por medio
En 1999, Hasan II, el hasta entonces rey de Marruecos, moría a causa de un infarto de miocardio, a la edad de 70 años. Su fallecimiento era bastante repentino, y tras las exequias pertinentes con personalidades de todo el mundo, el joven Mohamed de 36 años ascendía al trono bajo el nombre de Mohamed VI.
Pese a que un nuevo rostro siempre es bienvenido por el resto de países para comenzar una nueva era en la diplomacia, pronto, la política de Mohamed VI empezaría a causar problemas. En lo que respecta a España, comenzó un hostigamiento por reclamar aquellos territorios españoles que consideraba suyos. Las relaciones quedaron tan tocadas, que en 2001 Marruecos retiró a su embajador en España.
Y entre esas tierras, más allá de las tan deseadas Ceuta y Melilla, se encontraba el islote de Perejil. Pese a su pequeño tamaño y su inhabitabilidad, estratégicamente interesaba mucho a Marruecos, y por eso, un 11 de julio de 2002, decidió ocuparla militarmente.

Intervención en Perejil. Foto de EFE
Lo hizo de forma subrepticia, con un grupo de la Gendarmería Real que colocó dos banderas de Marruecos en la cima. Eso llamó la atención de una patrulla de la Guardia Civil, que dio rápidamente la voz de alarma en Ceuta, escalando al Gobierno.
Mientras ellos se acercaban, los gendarmes marroquís avisaban de que esto “no es tierra española” y les advertían, bajo amenaza elíptica, de que podrían disparar “por error”.
En ese momento el presidente era Aznar, que consideró que había que ejercer presión por dos lados: por la vía diplomática, y por la vía militar. La primera fracasó estrepitosamente, y tras un ultimátum a Rabat que no aceptaron, el Ejército se preparó para actuar.
Así dio comienzo la operación Romeo – Sierra, con el claro objetivo de desalojar a los ocupantes del islote y resolver el conflicto que Marruecos había originado. Mientras, desde Defensa reforzaban militarmente Ceuta y Melilla, un helicóptero HU-10 avanzaba hasta Perejil.
En Estados Unidos, de momento con un perfil bajo, miraban de cerca lo que podía haber desencadenado una guerra entre España y Marruecos.
El inteligente señuelo que utilizó el ejército español
Era la madrugada del 17 de julio de 2002, seis días después de que Marruecos ocupase Perejil, cuando efectivos españoles se pusieron en marcha para restablecer el status quo en Perejil.
Un grupo de 23 boinas verdes del grupo de Operaciones Especiales y cinco infantes de Marina lideraron esta operación en la que los helicópteros tenían mucho que ver. Volaron hasta una zona cercana a Tarifa mientras sobre Perejil desplegaban medios terrestres y aéreos para hacer un reconocimiento de la zona.
Poco después, se iniciaba el asalto aéreo. Era un helicóptero HU-10 el que alentaba a las tropas marroquís a abandonar el islote, aunque era en realidad un inteligente señuelo. Y es que eso servía para distraer a los marroquís, mientras el verdadero punto de asalto se encontraba en el lado contrario. Además, así valoraban la respuesta de Marruecos.
A partir de ahí, todo fue extremadamente rápido. Los 28 hombres españoles consiguieron, en solo 20 minutos, tomar Perejil, colocar la bandera española en el islote, y capturar a los marroquís que ocupaban el territorio.

Mohamed VI
Los gendarmes marroquís fueron entregados a la Guardia Civil, que los devolvió esa misma tarde a Marruecos. El Ejército Español cumplió con la orden que les habían dado: “cero bajas”.
Sin embargo, la situación no se resolvió diplomáticamente enseguida, sino que hicieron falta cinco días más. Y es que Marruecos admitía que no ocuparía el islote, pero avisaba de que no era de soberanía española y deslizaba la idea de reclamar Ceuta y Melilla.
En este punto es en el que Estados Unidos intervino, mediando entre ambos países. Tiempo después hemos sabido que Washington ofreció a Marruecos las islas Chafarinas, también de soberanía española, algo que el gobierno de Aznar no consintió.
El acuerdo llegó el 20 de julio, tras 9 días de conflicto, y España retiraba la bandera de Perejil y a su destacamento militar. La soberanía previa a la ocupación marroquí había regresado. Mohamed VI había fracasado en su tentativa de guerra.