España perdió este territorio de la península y el mismo día se aseguró el control de una isla: el conflicto sigue a día de hoy
Es un lugar de tanta importancia militar y comercial porque es clave en la navegación; hubo varios intentos de reconquista, uno de ellos con un bombardeo constante

Vista de Gibraltar y el puerto desde Upper Rock
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La historia de Gibraltar es la de un territorio pequeño en extensión pero enorme en significado. España lo perdió en un momento decisivo de su devenir histórico, y aunque ese mismo día recuperó la soberanía de Menorca, el dolor por la pérdida del peñón aún sigue vivo más de tres siglos después. El conflicto no es solo memoria del pasado: las disputas sobre su soberanía y su posición geoestratégica continúan marcando la política internacional a día de hoy.
Llave del Mediterráneo
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La disputa por Gibraltar comenzó en 1704, en plena Guerra de Sucesión, cuando una flota anglo-holandesa, apoyando a Carlos de Habsburgo contra Felipe V, tomó la plaza por asalto. España perdió un enclave que siempre había entendido como parte indivisible de la península, pero que pronto se convertiría en base naval británica. Con el Tratado de Utrecht de 1713, Felipe V reconoció oficialmente la cesión a Gran Bretaña. Desde entonces, la bandera británica ondea en un territorio que ha sido clave para el control del tráfico marítimo entre el Atlántico y el Mediterráneo.
El interés estratégico del peñón ha hecho que España nunca haya dejado de reivindicarlo. Lo demuestran episodios como El Gran Asedio, aquel intento de reconquista a finales del siglo XVIII que incluyó un bombardeo constante durante casi cuatro años. Los británicos resistieron, y el peñón se consolidó como un símbolo de poder marítimo. Hoy sigue siendo un enclave vital para el comercio internacional y la seguridad en el estrecho.

Frontera internacional entre Gibraltar y España
En este contexto histórico, no resulta extraño que cada nuevo movimiento político despierte la atención de España y Europa. De hecho, un reciente acuerdo entre la Unión Europea, Reino Unido y España tras el Brexit ha abierto un nuevo escenario. El pacto elimina la verja y permite controles conjuntos en el aeropuerto y el puerto de Gibraltar, aunque la cuestión de la soberanía sigue intacta.
El día que España ganó Menorca
En 1783, con el Tratado de París, España recuperó Menorca, un enclave igualmente estratégico en el Mediterráneo. Fue un respiro para la monarquía de Carlos III, que lograba asegurar una isla que había cambiado de manos en varias ocasiones. La huella británica aún es visible en la isla, pero la soberanía española se consolidó desde entonces.
El mismo tratado obligó también a España a reconocer oficialmente la soberanía británica sobre Gibraltar, lo que consolidaba una pérdida irreparable. La paradoja de aquel día quedó escrita en la historia: se recuperaba un territorio insular clave, pero se confirmaba la cesión de un pedazo de península que todavía hoy muchos consideran irrenunciable.
Los intentos por recuperar Gibraltar no terminaron ahí. Durante el franquismo, por ejemplo, el cierre total de la verja en 1969 supuso un duro pulso diplomático con el Reino Unido. Hubo incluso instantes en los que España estuvo a punto de recuperar el control gracias al apoyo internacional. Sin embargo, los referéndums celebrados en el propio peñón siempre han mostrado un apego casi unánime de los gibraltareños a seguir bajo bandera británica.

La avenida Winston Churchill cruza la pista del aeropuerto de Gibraltar, mirando hacia la frontera al otro lado de la carretera en el control fronterizo con España / La Línea de la Concepción
La historia demuestra que Gibraltar ha sido, y sigue siendo, mucho más que una roca en el sur de la península. Es un territorio cargado de simbolismo, un enclave militar y comercial que se convirtió en la gran herida de la historia de España. Mientras Menorca sigue siendo parte de nuestro mapa, el peñón permanece como recordatorio de un conflicto que comenzó hace más de tres siglos y que, a pesar de acuerdos y negociaciones, sigue sin cerrarse definitivamente.