El pitbull está considerado como una raza “altamente peligrosa” en nuestro país. Como curiosidad, es bien sabido que se trata de un perro que surgió en Estados Unidos y descendiente del Bull and Terrier, una mezcla entre el antiguo bulldog y el terrier. Se calcula que su esperanza de vida oscila entre los 8 a 15 años. Desde sus orígenes se criaba para el combate contra otros perros. Este tipo de animal si es bien educado tiene un temperamento muy concreto y como se cree un principio, no es totalmente agresivo hacia los seres humanos.

El origen exacto de este tipo de mascotas es un misterio. Su cabeza es de una longitud mediana y su hocico es cuadrado, amplio y profundo. El peso va en las hembras de 13 a 23 kg y en los machos de 16 a 27 kilos. Por lo tanto, son perros con un lomo bastante prominente y con un volumen destacado.

Para tratar de “tumbar” esta premisa, queremos recordar una historia que dio la vuelta al mundo. Sucedía en el año 2016. El protagonista de este relato se llama Molly, y es una mascota de raza Pitbull que acudió a visitar el hospital para despedir a su dueño Ryan Jessen por última vez.

Ryan era un joven que sufrió una hemorragia cerebral y que tenía escasas posibilidades de continuar su lucha a pesar de la pelea constante de los médicosque trataban de darle una segunda oportunidad. Por desgracia, nada pudieron hacer por salvarle.

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A Ryan le quedaba poco tiempo de vida y los doctores que le atendían quisieron darle su último deseo: que su perrita Molly acudiera al hospital a despedirse de él. Y así fue. Sus familiares llevaron a la pequeña hasta el lugar para que pudiesen estar juntos por última vez. La mascota tenía unos ojitos muy tristes al ver el estado en el que se encontraba su dueño. Por ello, y ante señal de pena....lanzó un aullido como señal del dolor que también vivía por ver a Ryan postrado en una cama rodeado de cables.

El reencuentro final que te emocionará

Molly sabía que el tiempo se le acababa, por ello acudió hasta la cama de su dueño con sumo cuidado. Poco después, lo olisqueó con sumo cuidado, provocando las lágrimas de todas las personas que se encontraban en la habitación. Tras varios minutos de mimos, el pitbull se tumbó ligeramente sobre el pecho de su dueño para escuchar los latidos de un corazón que le brindó un amor incondicional durante bastante tiempo.

Una historia que hemos podido rescatar en la que se da cuenta de la lealtad que profesan los perros hacia sus dueños y que demuestra que los Pitbulls pueden ser unos perfectos animales de compañía pese a su calificación como “peligrosos” en nuestro país. Una situación que nos emociona pero que seguro que reconfortó tanto a Molly como a Ryan en sus últimos momentos de vida. Su deseo se cumplió y ambos pudieron despedirse. Son numerosos los estudios que demuestran esta premisa. La fidelidad que demuestran las mascotas hacia los humanos es enorme y da cuenta de lo importantes que somos para nuestros animales. Una demostración de amor incondicional que cuenta con numerosos ejemplos en todo el mundo. Uno de ellos es la historia de Molly y Ryan. El dueño del adorable Pitbull pudo despedirse en sus últimos momentos de su amigo más leal.