Halle Berry, a los 58 años, se salta una de las comidas todos los días: "Dejé de hacerlo hace 20 años, he aprendido a escuchar a mi cuerpo y no seguir pensamientos convencionales"

Mantener hábitos saludables después de los 55 años es un desafío que muchas personas enfrentan con estrategias diversas. Expertos en envejecimiento saludable coinciden en que la clave radica en adaptar rutinas personalizadas, priorizar la actividad física y escuchar las señales del cuerpo. Según Nathan LeBrasseur, director del Centro Robert y Arlene Kogod sobre el Envejecimiento de la Clínica Mayo, incorporar ejercicio constante, una alimentación nutritiva y controles médicos regulares puede marcar la diferencia en la calidad de vida. En este contexto, la actriz Halle Berry, a sus 58 años, se ha convertido en un ejemplo de cómo desafiar convenciones y encontrar un equilibrio único entre disciplina y flexibilidad.

En una entrevista exclusiva con Marie Claire, Berry reveló que lleva más de dos décadas sin desayunar, una práctica que contradice el dogma tradicional de que esta comida es la más importante del día. “Dejé de desayunar hace más de 20 años. Todo el mundo necesita romper su ayuno de la noche en diferentes momentos, así que he aprendido a escuchar realmente a mi propio cuerpo y a no seguir esos pensamientos convencionales”, explicó la ganadora del Óscar. Para ella, el momento ideal para su primera comida es alrededor de las 14:00, un enfoque que forma parte de su rutina de ayuno intermitente, combinado con suplementos y ejercicio variado.

 El ayuno intermitente de Halle Berry  

Berry no sigue una moda pasajera: su adhesión al ayuno intermitente data de mucho antes de que esta práctica ganara popularidad. “La mejor comida es cuando se rompe el ayuno. Y para mí, eso es alrededor de las 14:00 todos los días”, afirmó en Marie Claire. Aunque evita alimentos sólidos por la mañana, inicia su día con una taza de café acompañada de leche de avellana y edulcorante, a la que añade un cóctel de suplementos: vitaminas A, D y K, colágeno, aceites de pescado y probióticos como Pendulum Metabolic Daily o Glucose Control, estos últimos fundamentales para su salud intestinal.

Esta rutina, sin embargo, no es universal. Nutricionistas como Julia Farré advierten que el ayuno intermitente debe adaptarse a cada individuo, especialmente si existen condiciones médicas como la diabetes tipo 1, diagnosticada a Berry a los 22 años. La actriz ha ajustado su alimentación para mantener estables sus niveles de glucosa, priorizando grasas saludables y proteínas en sus comidas posteriores al ayuno.

la fórmula anti-monotonía  

Más allá de la alimentación, Berry atribuye su vitalidad a una rutina de ejercicios diversa. Entre las 9:30 y las 10:30, después de llevar a sus hijos al colegio, dedica una hora a entrenamientos que alternan cardio, fuerza, yoga, pilates y calistenia. “Nuestros cuerpos se acostumbran a lo mismo, así que intento mantenerlo en constante cambio”, señaló. Recientemente, incorporó una máquina de pilates en casa para añadir variedad, una estrategia respaldada por expertos que recomiendan mezclar disciplinas para mejorar flexibilidad, equilibrio y resistencia.

 El equilibrio entre disciplina y placer  

Aunque su estilo de vida es riguroso, Berry no renuncia a pequeños placeres. En sus momentos de relax, disfruta de una copa de vino tinto natural, recomendado por su cardiólogo por sus beneficios cardiovasculares. “Las enfermedades cardíacas están presentes en mi familia, por lo que mi médico me sugirió un vaso al día”, compartió 1011. Esta práctica, en moderación, se alinea con consejos para adultos mayores que enfatizan limitar el alcohol sin eliminarlo por completo.

Así, la actriz no solo desafía normas alimenticias, sino también estereotipos sobre el envejecimiento. En Marie Claire, reflexionó: “La edad es solo un número. Como mujeres, nos definen por ello más que a los hombres, pero tenemos que rechazar esa idea y hacer lo que nos haga sentir bien”. Su filosofía resuena con recomendaciones para adultos mayores, como mantener una mentalidad positiva, fomentar amistades y viajar, hábitos que enriquecen la salud emocional.

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 Personalizar antes que dogmatizar  

Halle Berry demuestra que no hay fórmulas únicas para el bienestar. Su éxito radica en personalizar su rutina (desde el ayuno hasta el entrenamiento) y priorizar lo que funciona para su cuerpo, un principio que expertos en envejecimiento celebran. Como ella misma concluyó: “Escucha tu cuerpo, no las reglas. A veces, el secreto está en hacer lo que te funciona a ti”.

Para quienes buscan inspiración después de los 55, su historia es un recordatorio: la salud no es cuestión de seguir tendencias, sino de encontrar un equilibrio sostenible entre disciplina, autoconocimiento y disfrute.