La subida de la electricidad nos afecta a todos pero hay negocios que lo sufren de forma mayúscula. Es el caso de las piscinas climatizadas que tienen que calentar gran cantidad de agua, además de mantener un ambiente agradable para estar en traje de baño.

De hecho, Patricia ha pasado de pagar 1.800 euros al mes en el recibo de la luz a afrontar una factura de 5.400 euros mensuales. Una subida que, según nos ha confesado a Cope, no hay manera de rebajar de ninguna forma. “No hay forma de rebajarlo, porque, prácticamente, el 80% del gasto de luz que nosotros tenemos viene en base a que tenemos que tener funcionando toda la maquinaria de la piscina, las 24 horas al día, los 7 días a la semana, todo el año, excepto agosto que es cuando nosotros vaciamos la piscina”, nos explica.

Pero no sólo es la subida de la luz. Patricia nos confiesa que el IRPF de sus trabajadores se le ha duplicado este año y que paga también un 20% más en seguros sociales. La única solución que han encontrado a esta asfixia económica es repercutirla en el cliente, con el peligro que eso conlleva. Porque subir el precio “tiene un doble filo”, asevera Patricia. “La gente, si sube mucho el precio deja de venir, porque... ¿de qué te quitas? pues de lo que puedes pasar sin ello, a pesar de que sea salud. Entonces se crea un círculo vicioso” difícil de superar.

Todo esto, cuando aún no se han repuesto de la subida del IVA del 8 al 21% que sufrieron en 2013. Y es que Patricia paga cada mes en concepto de IVA, un 20% de lo que factura. Vamos, que las cuentas a Patricia no le salen por más que se empeñe.