La pandemia nos está dejando numerosas lecciones sobre nuestra propia fragilidad y sobre la vulnerabilidad común. Por eso son motivo de escándalo los discursos políticos que solo buscan agitar y dividir. En este sentido es una noticia esperanzadora que el Presidente del Gobierno y la Presidenta de la Comunidad de Madrid hayan conseguido llegar a un acuerdo para poner en marcha equipos de trabajo que abordarán semanalmente la crisis sanitaria.

El grupo principal estará formado por los ministros Illa y Darias y, por parte de la CAM, por el consejero de Sanidad Ruíz Escudero, y el vicepresidente Aguado. Parece que la reunión con Sánchez, que Díaz Ayuso había pedido hasta en seis ocasiones, ha sido constructiva y ha puesto las bases para el imprescindible trabajo conjunto.

Caso aparte son aquellos que hacen del conflicto y la agitación su modus vivendi, animan a la gente a que salga a la calle y repiten consignas absurdas hablando de apartheid y discriminación por motivos de clase, que supuestamente se estarían llevando a cabo desde la Comunidad de Madrid.

Como reconoce el comunicado conjunto del Gobierno y la Comunidad, es tiempo de avanzar en la actuación coordinada de las administraciones y de reforzar los mecanismos de co-gobernanza para ampliar así la capacidad de respuesta. Ojalá que todo esto no quede en papel mojado, que el trabajo en equipo dé los frutos deseados y que sirva como modelo para otros lugares, porque la Comunidad de Madrid no es la única que tiene problemas.