3 DE ENERO
Un SOS por los cristianos perseguidos
A diferencia de otras confesiones religiosas, el cristianismo no se circunscribe a una nación, raza, lengua o continente

Un SOS por los cristianos perseguidos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El pasado día 5 de diciembre, en las páginas de Paris Match, el filósofo Bernard Hénry-Levi escribió un reportaje sobre la masacre contra los cristianos de Nigeria. Este francés nacido en Argel y de origen sefardí quería saber sobre el terreno por qué en el país más rico de África se aplicaba, con la complicidad del Ejército, lo que él calificó de limpieza étnica contra los cristianos. Hénry-levi lanzaba un SOS con la mirada puesta en la persecución de los cristianos de Sudán o Rwanda.
Esta llamada de socorro ha pasado desapercibida. Y, sin embargo, son legión los niños, mujeres y hombres que a lo largo del planeta sufren persecución por razón de su fe cristiana. Solo en Nigeria, en los diez últimos años han sido asesinados 20.000 cristianos y más de dos millones han sido obligados a refugiarse en el Sur del país. Lo recuerdan en estos días las páginas del periódico francés Le Figaro: no hay fiesta cristiana a lo largo del planeta que no se convierta en objetivo de los ataques violentos de grupos, grupúsculos y organizaciones.
A diferencia de otras confesiones religiosas, el cristianismo no se circunscribe a una nación, raza, lengua o continente. Algo que se olvida de manera habitualmente es que el cristianismo nació en Oriente aunque alcanzó su máximo desarrollo en Occidente. No se trata, por tanto, de que Occidente ajuste las cuentas con los perseguidores. Se trata de que el mundo que ha hecho de los derechos humanos su santo y seña levante la voz y tenga el coraje de denunciar una masacre tolerada por razones económicas, y silenciada en nombre de una inconfesable corrección política.



