Mientras en Estados Unidos se celebra el llamado “supermartes” dentro de las elecciones primarias, en nuestro país nos disponemos a celebrar una especie de “mini-martes” en el Congreso, en el cual el candidato Sánchez defenderá él solo su investidura como presidente del Gobierno. Nada tienen que ver ambos procesos, salvo su coincidencia en el tiempo. Pero en un mundo globalizado, todo está relacionado. En este contexto se incluyen los comicios en el poderoso Irán chiíta, del que depende en buena medida la evolución a medio plazo de la guerra civil en Siria.Parece lógico que Sánchez aluda en su discurso programático a esta compleja situación internacional. Pero su única preocupación, abiertamente confesada antes y después de sellar su acuerdo con Ciudadanos, es la de echar de La Moncloa al actual presidente en funciones, Mariano Rajoy. Ciudadanos, que ha tratado de jugar sin éxito un papel de mediador con el PP, ha llegado a un acuerdo con el PSOE que es poco más que un brindis al sol.Tanto Pedro Sánchez como Albert Rivera tendrán que explicar mucho unos acuerdos que han sido presentados por ambos de manera muy diferente. También se espera con expectación la intervención que en la mañana del miércoles ofrecerá el propio Mariano Rajoy, porque todo apunta a una estrategia que mira ya hacia la repetición de las elecciones generales.