En el discurso de investidura a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, la candidata Isabel Días Ayuso ha abordado una cuestión social de extremada urgencia: la natalidad. Madrid, como tantas regiones europeas, se enfrenta al envejecimiento progresivo de su población y a un decrecimiento acelerado de la natalidad con enormes consecuencias socioeconómicas y culturales. Las propuestas para fomentar la natalidad son un capítulo esencial de las políticas sociales del próximo Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Ayuso ha anunciado ayudas por valor de 14.500 euros a madres menores de 30 años con al menos diez años de empadronamiento en la Comunidad de Madrid. Se calcula que la inversión alcanzará los 250 millones de euros y que podrían beneficiarse unas 14.000 mujeres. Estas ayudas se sumarán a las de alquiler para madres de hasta 35 años, y a las de fomento a la formación para todas las madres en situación de desempleo.

La natalidad se ha convertido en un tabú en la vieja Europa, pero sin reemplazo generacional es imposible que se sostenga el tejido social, se cultiven las nociones de pertenencia y se eduque en la solidaridad interpersonal. Las medidas anunciadas por Ayuso, necesarias para el sostenimiento del Estado Social, son homologables a las adoptadas en otros países de Europa y conectan con las demandas que hace unas semanas se lanzaron desde los Estados Generales de la Natalidad convocados en Italia.