Mensaje de fraternidad desde Jerusalén
Un encuentro interreligioso ha congregado a representantes judíos, musulmanes, drusos y cristianos, unidos en su súplica a Dios por el fin de la pandemia del coronavirus

Mensaje de fraternidad desde Jerusalén
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Jerusalén ha sido esta semana casa de oración de todos los pueblos, como destacó el Patriarca latino de la Ciudad Santa, Pierbattista Pizzaballa, tras el encuentro interreligioso que ha congregado a representantes judíos, musulmanes, drusos y cristianos, unidos en su súplica a Dios por el fin de la pandemia del coronavirus. Apenas un puñado de representantes religiosos han recogido el sentir de millones de personas, para quienes la fidelidad a sus convicciones religiosas no solo no impide, sino que refuerza su sentimiento de pertenencia a una única familia humana común.
Eso es lo que ha querido expresar el Papa Francisco con el envío de material médico a Gaza y Siria, gesto de gran importancia simbólica que no necesita traducción. Demasiado a menudo, especialmente en Tierra Santa, las diferencias religiosas son manipuladas con fines espurios y utilizadas como coartada para la violencia o la discriminación del otro. Por eso es tan importante que desde Jerusalén haya salido un llamamiento común para que se ataje el aumento del racismo y la xenofobia que se ha producido en las últimas semanas con la crisis del coronavirus. Y sobre todo, que se haya lanzado un mensaje tan potente de que la humanidad navega en un mismo barco, que tarde o temprano todos nos vemos afectados por lo que sucede en el rincón más remoto del mundo. Ese es un saber que forma parte del acerbo de las grandes religiones, con forma de dirigirse a un mismo Padre común.



