La sociedad francesa ha rendido homenaje público esta semana al profesor Samuel Paty asesinado el viernes pasado en un atentado terrorista. Paty, Profesor de Historia, Geografía y Civismo, mostró en clase las caricaturas publicadas en 2015 por el semanario Charlie Hebdo.
El padre de una de sus alumnas lanzó una fatua contra él y pocos días después un terrorista de 18 años acabó con la vida del profesor. Pocos días después de su asesinato Francia le rindió homenaje ante su féretro. Frente al pórtico de La Sorbona, con la bandera francesa proyectada sobre los muros de la Universidad y bajo las palabras Libertad, Igualdad, y Fraternidad, se reunieron la familia de Samuel Paty y varios de sus alumnos, junto a 400 invitados.
Un profesor joven, apasionado por el arte de enseñar, que iba todos los días andando a su lugar de trabajo en una pequeña localidad se ha convertido en un símbolo de la República. La escuela francesa es para la República el lugar de la forja de la libertad de pensamiento y de opinión, donde se aprende a reflexionar y se cultiva la inteligencia. No es solo un lugar desde el que transmitir conocimientos, sino en el que aprender el corazón y el alma de ser francés. Y eso es posible gracias a los maestros y a su vocación.
El yihadismo desprecia la libertad, y Francia tiene que encontrar los recursos espirituales, cívicos y políticos para hacerle frente. Ese es el combate, como exclamó el Presidente Macron.