La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea ha criticado la resolución del Parlamento Europeo sobre la ley de aborto en Polonia. En una carta enviada al presidente del Parlamento Europeo, los obispos expresan su preocupación por algunos de los argumentos y puntos clave de la resolución del Parlamento sobre el llamado derecho al aborto, porque socavarían el Estado de Derecho y cuestionarían el derecho fundamental a la objeción de conciencia, una cuestión especialmente preocupante porque en el ámbito de la salud, los objetores de conciencia sufren en muchos casos discriminación.
La carta de los obispos se centra en la necesaria protección de la vida humana, pero también en el respeto de los derechos de los Estados miembros y de las competencias específicas de la Unión Europea. Los obispos recuerdan, además, el compromiso de la Iglesia católica que desarrolla una ingente labor en apoyo de las mujeres en situaciones de vida complejas, derivadas de embarazos difíciles o no deseados, y reclaman la protección de toda vida por nacer.
Desde una perspectiva meramente legal, ni la legislación de la Unión Europea ni la Convención Europea de Derechos Humanos prevén el derecho al aborto, un asunto que se deja en manos de los sistemas legales de los estados miembros. El derecho a la vida es un derecho humano fundamental que siempre prevalece sobre el derecho a elegir, porque ninguna persona puede autorizar la posibilidad de matar a otra.