La exposición titulada “Pederoclastia”, en el Círculo del Arte de Toledo, ha provocado una ola de indignación entre muchas personas que consideran violentada su sensibilidad religiosa en una muestra de supuesto arte que, además de ser esencialmente mentirosa, está basada en expresiones de odio a la fe católica. En esta composición escenográfica se leen barbaridades que atentan contra la más mínima inteligencia, identificando de manera procaz a sacerdotes y obispos con la pederastia.

Aprovechar la lacra de los abusos sexuales, que afecta a toda la sociedad, para montar una campaña en contra de la Iglesia, sería un recurso demasiado fácil y manido si no fuera por el contenido provocador de esta muestra, que traspasa todos los límites. A esto se añade el apoyo financiero de instituciones públicas de Toledo que han introducido esta supuesta oferta cultural dentro de su programación de verano.

En su última carta el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, señala que el pensamiento crítico más en vanguardia no tiene nada que ver con los insultos, las descalificaciones y la falta de objetividad, por mucho que se revista de una supuesta calidad artística. Como dice Mons. Rodríguez Plaza los católicos españoles podemos aguantar insultos y calumnias hasta límites insospechados, y no queremos reaccionar histéricamente, pero tenemos derecho a defender la verdad y a exigir respeto dentro de una ciudad plural a la que intentamos servir con lealtad y de la que somos miembros en pie de igualdad con todos.