12 DE JUNIO
Críticas que escuecen
Al equipo de Sánchez no le gustan las críticas, y mucho menos cuando proceden del ámbito socialista y retratan su gran debilidad de fondo

Críticas que escuecen
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es legítimo que el Gobierno se defienda de las críticas. Como legítimo es que el ex Presidente Felipe González critique la descoordinación que aqueja al Ejecutivo. González ha puesto en evidencia la falta de coordinación entre los dos partidos que sustentan el Gobierno de España. Han sido meses duros, pero precisamente por la gravedad de la situación Pedro Sánchez estaba obligado a forjar un Ejecutivo cohesionado que mostrara ante la ciudadanía la unidad de criterio y de acción que se requería en una crisis como la presente.
Lamentablemente ha sucedido lo contrario. La coalición con Podemos y la Vicepresidencia de Pablo Iglesias no arrojan un saldo positivo. No solo por las salidas de tono de algunos ministros de Podemos y su falta de decoro institucional, sino porque los titulares de las carteras asignadas a Podemos demuestran en el día a día su profundo desconocimiento de la administración del Estado. Acostumbrados a las proclamas ideológicas y al activismo, no saben tomar decisiones, y mucho menos gestionar y asignar recursos.
Está claro que al equipo de Sánchez no le gustan las críticas, y mucho menos cuando proceden del ámbito socialista y retratan su gran debilidad de fondo. No se trata sólo de la descoordinación interna, sino de su peligrosa alianza con el independentismo y de su incapacidad de pactar con las fuerzas constitucionalistas. Inmediatamente han tratado de reducir las críticas de Felipe González a la irrelevancia, pero los hechos, como siempre, son tozudos.



