La viva imagen de un partido moribundo
El Comité Federal ha vuelto a poner sobre la mesa la evidencia de que el sanchismo no da más de sí

Madrid - Publicado el
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El espectáculo que este fin de semana ha ofrecido el PSOE, con la reunión de su Comité Federal, ha sido la viva imagen de un partido moribundo, con un Pedro Sánchez, con el corazón tocado, según sus propias palabras, y al mismo tiempo haciendo malabares para tapar las vías de agua de un barco que se hunde.
Tras el exhibicionismo cosmético de los cambios en la Ejecutiva y la propaganda de cara a la galería, rodeándose de mujeres y mostrándose firme ante la prostitución, el colmo del esperpento llegó con la renuncia de Paco Salazar, poco antes de ser nombrado como uno de los nuevos hombres para el tiempo de supuesta regeneración que Sánchez pretende abrir por enésima vez.
Salazar ha sido hasta ayer mismo un estrecho colaborador de Sánchez en la Ejecutiva y en Moncloa, y, ante su inminente nombramiento como adjunto a la Secretaría de Organización del PSOE, ha sido denunciado por sus propias compañeras del partido por lo que habrían sido reiterados comportamientos indebidos con ellas.
El Comité Federal ha vuelto a poner sobre la mesa la evidencia de que el sanchismo no da más de sí. Todo es impostura, propaganda y señalamiento de las escasas voces críticas que se dejan oír. Ahora ya solo queda por ver si, en esta disparatada maniobra de resistencia y distracción, Sánchez se lleva con él los cascotes de un PSOE demolido, que puede tardar en recuperarse de ésta mucho tiempo.