Situación terminal
A estas alturas de legislatura, con el permanente goteo de detenciones y escándalos, la pregunta es qué más tiene que pasar para que Pedro Sánchez asuma su responsabilidad y convoque elecciones generales

Línea Editorial | Situación terminal
Madrid - Publicado el
1 min lectura1:43 min escucha
A estas alturas de legislatura, con el permanente goteo de detenciones y escándalos que afectan a destacados miembros del partido socialista, la pregunta es qué más tiene que pasar para que Pedro Sánchez asuma su responsabilidad y convoque elecciones generales.
La detención en las últimas horas de Leire Díez, la fontanera del PSOE que decía que tenía acceso al presidente y que se dedicaba a buscar información sucia contra representantes del Estado; de Vicente Guerrero, expresidente de la SEPI y hombre de confianza de la vicepresidenta María Jesús Montero, y de Antxon Alonso, persona clave en el entorno de Santos Cerdán, va cerrando el cerco a una corrupción que no se puede considerar como aislada. Si a este horizonte se suman los casos de cargos del PSOE que tienen que dimitir por acusaciones de acoso sexual, la situación no puede ser otra que la de un estado político terminal.
El deterioro comenzó cuando Pedro Sánchez traspasó la línea de pactar con las formaciones radicales de izquierda, nacionalistas y herederas de ETA y que continuó con la política de levantar muros y alentar la confrontación entre los ciudadanos. Aunque funcione relativamente una economía dopada por el papel del Estado y las ayudas externas, la realidad es que no hay presupuestos desde hace tres años, la parálisis legislativa es total, el presidente está asediado por la corrupción en su entorno, y el edificio constitucional está seriamente dañado, entre otras razones, por el acoso al poder judicial desde el Ejecutivo. Esta es una situación límite que la sociedad española no se merece



