Una nueva matanza de cristianos en Siria
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Madrid - Publicado el
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Aunque la cifra no es clara, y no hace más que crecer en las últimas horas, al menos una treintena de personas han resultado asesinadas y más de 60 heridas, en un atentado terrorista, perpetrado este domingo en el centro de Damasco, la capital de Siria.
El atentado tuvo lugar en la iglesia de san Elías, perteneciente a la Iglesia Ortodoxa Griega, y fue llevado a cabo cuando el templo estaba lleno de fieles. Aunque es el primer ataque de este tipo que se produce contra una iglesia en Siria en los últimos años, lo cierto es que el modus operandi es muy reconocible. Se trata, una vez más, de un atentado suicida en el que el terrorista entró en la Iglesia, abrió fuego y después se suicidó con un chaleco explosivo. Todo parece indicar que lleva la firma del Estado Islámico.
La amada y martirizada Siria está llena de cicatrices. El nuevo atentado viene a recordarnos que la reconstrucción de un Estado fallido es mucho más que una reconstrucción física y lleva mucho tiempo. Nuestro corazón está con las víctimas, con sus familias y con toda la comunidad cristiana de Siria. Como ha pedido Su Beatitud, el Patriarca ortodoxo Juan X, junto a la condena inequívoca del terror, es el momento de pedir responsabilidad a las autoridades y exigirles que hagan todo lo posible para proteger a la población, especialmente a los más vulnerables, entre los que se encuentra la comunidad cristiana, como desgraciadamente muestra una y otra vez la historia. Que el escaso foco y la poca relevancia que estas noticias tienen en los medios de comunicación, no nos haga olvidar a los hermanos perseguidos en tantos lugares del mundo, y en este caso particular en Siria, donde el nuevo testimonio martirial, a la vez que nos encoge el alma, nos alienta a mantenernos firmes en la fe, convencidos de que el mal no tiene la última palabra y de que la paz que proviene de Dios es, como afirma el Papa León XIV, humilde y perseverante.