Línea editorial: cambiarán las caras, pero todo seguirá igual

Madrid - Publicado el - Actualizado
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Aunque las dimisiones de dos figuras fundamentales en el PSOE de Sánchez, Adriana Lastra y Dolores Delgado, sean llamativas, no indican ningún cambio de fondo en la estrategia política del presidente.
El año electoral que se aproxima requiere un partido aún más sanchista, si cabe, en el que no haya discrepancias ni roces. Por otro lado, Sánchez prosigue en su intento de controlar al poder judicial, y nadie duda que la sustitución de delgado por García Ortiz no significa aflojar en ese intento, sino todo lo contrario. El reciente debate sobre el estado de la nación ha mostrado claramente que la apuesta por la mayoría Frankenstein es inamovible, más aún, es la sustancia misma del proyecto político de Sánchez, por mucho que eso moleste a algunos barones socialistas, cada vez más aislados
La reunión extraordinaria del Comité federal del PSOE, convocada para este sábado, va a confirmar todo esto.
Lo esencial para Sánchez es tener las manos libres para seguir sus negociaciones con los separatistas catalanes y mantener sus pactos con Bildu. Todo menos convocar elecciones generales anticipadas y menos ahora, cuando la última encuesta del CIS de Tezanos reconoce por primera vez la ventaja del Partido Popular.
Cambiarán las caras y puede que cambien hasta los modos, pero lo que no cambiará es el eje de la política de Sánchez, hasta que una derrota clara abra de nuevo el debate en el PSOE.



