Escapismo parlamentario

Desde hace meses, el presidente y sus ministros han decidido usurpar al Congreso de los Diputados una de sus funciones principales, la fiscalización del Ejecutivo. En cada sesión de control, Pedro Sánchez opta ignorar las preguntas formuladas por el líder de la oposición. Las sesiones de control al Gobierno son una garantía ineludible de nuestra democracia, y es obligación del presidente y sus ministros responder a todas las preguntas que se les formulen. En septiembre de 2024, Pedro Sánchez ya advirtió que estaba dispuesto a gobernar incluso sin el apoyo del Legislativo. A pesar de ese inquietante anuncio, el presidente debe entender que responder a las cuestiones planteadas por los grupos parlamentarios, especialmente por aquel que representa a un mayor número de españoles, no es una opción, sino un deber.

Este miércoles, Feijóo ha centrado su intervención en las maniobras del Gobierno para controlar una empresa pública como Telefónica y en las eventuales presiones para intervenir en el ecosistema mediático. Ambas cuestiones son determinantes para el normal funcionamiento empresarial e institucional de España, y el Ejecutivo debería ofrecer una respuesta clara y transparente a la ciudadanía. Despreciar al Parlamento y no rendir cuentas ante el Congreso es una forma de menoscabar la democracia y sus procedimientos esenciales.