Entran en vigor los aranceles de Trump
Europa debe elevar su ambición y no puede supeditar su política comercial a los cambios de humor del presidente estadounidense

Escucha la Línea Editorial del jueves 7 de agosto
Madrid - Publicado el
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Este jueves entran en vigor los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones globales. En el caso de Europa, el acuerdo alcanzado entre Donald Trump y Ursula von der Leyen establece un gravamen del 15 %, aunque se contemplan algunas excepciones estratégicas.
La volatilidad del carácter del presidente estadounidense, junto con precedentes como la imposición de tasas del 50 % a India, demuestra que EE. UU. está dispuesto a impugnar abiertamente las reglas que han regido durante décadas el mercado internacional.
En lo que respecta a Europa, no caben lecturas optimistas. En primer lugar, el acuerdo alcanzado hace tres semanas ofrece un horizonte de estabilidad poco creíble y que ya se ha demostrado obsoleto. Tras pactar unas condiciones comerciales, Donald Trump ha vuelto a amenazar a la Unión Europea con imponer aranceles de hasta el 35 % a los productos europeos, si no se concreta una inversión de 600.000 millones de euros en territorio estadounidense.
Esta amenaza no solo resulta inaceptable, sino que evidencia el papel secundario e ingenuo que está asumiendo la Unión en esta negociación. La claudicación de Von der Leyen —quien intentó presentar el pacto del 15 % como un buen acuerdo— se antoja poco creíble en un contexto de creciente imprevisibilidad.
Europa debe elevar su ambición y no puede supeditar su política comercial a los cambios de humor del presidente estadounidense. El desconcierto y la incertidumbre son enemigos naturales del comercio. Por ello, Europa debería ejercer una influencia más firme y mostrar una mayor vehemencia negociadora. Nuestra prosperidad económica —y el propio liderazgo de la presidenta de la Comisión— están en juego.