En vaqueros, con semblante risueño y haciendo fotos con su móvil al Nacimiento –el primero de la historia del Parlamento Europeo-- que apenas horas aterrizaba en el corazón de la UE procedente de España. Así se ha podido fotografiar este viernes a Carles Puigdemont a las 12:30 hora Bruselas. Es decir, el momento exacto en el que su defensa atacaba a la propia Eurocámara ante el TGUE (Tribunal General de la Unión Europea) por levantarle en su día la inmunidad parlamentaria.

El expresidente no ha acudido a la vista que ha tenido lugar en Luxemburgo, como tampoco han hecho los exconsejeros Pablo Comín y Clara Ponsatí, los otros firmantes del recurso, como parte de su estrategia de imagen. Ellos han presentado el recurso porque se sienten víctimas y han evitado a toda costa la foto ante la Justicia. Pero su abogado, Gonzalo Boye, sí ha tenido que escuchar de viva voz cómo el letrado del Parlamento Europeo ha defendido que siempre se les trató de forma “perfectamente correcta” e incluso ha cuestionado que los escaños de los prófugos sean legales.

La frase textual del abogado del Parlamento, Norbert Lorenz, según ha informado la Agencia EFE desde Luxemburgo, ha sido así: “En enero de 2020, se le permitió tomar asiento en el Parlamento Europeo y, como hemos visto por una sentencia del Tribunal General, probablemente de manera ilegal”, pues la Eurocámara “nunca ha recibido notificación” de que Puigdemont y los otros eurodiputados de Junts per Catalunya (JxCAT), Toni Comín y Clara Ponsatí, pudieran ser parlamentarios.

Después de más de 5 horas, el recurso ha quedado visto para sentencia. Y el escaño de Puigdemont y los otros dos eurodiputados catalanes podría durar apenas unas semanas más que el portal de belén. La sentencia se espera para febrero.