"Vamos a librar una guerra económica y financiera total. Vamos a provocar el colapso de la economía rusa". Estas fueron las palabras del ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, con las que daba inicio a inicio a la otra 'guerra' que se está disputando: la batalla económica, en la que unos y otros tratan de jugar al ver quién da más para noquear la economía del contrario.

La Unión Europea y Estados Unidos van en serio y ya han impuesto sanciones muy graves contra una gran potencia militar, que no económica, como es Rusia. De hecho, se calcula que el país que lidera Vladímir Putin se sitúa como la decimosegunda economía del mundo.

El éxodo empresarial de Rusia: las "sanciones indirectas" de las empresas por la invasión de Ucrania

Más allá de las medidas y sanciones que se han impuesto, las empresas y grandes multinacionales han dado un paso al frente y han optado por salir de Rusia como consecuencia de las dificultades logísticas, de aprovisionamiento e incluso por la mala reputación que tendría para muchas permanecer en el país tras la invasión de Ucrania. De hecho, este movimiento de las empresas motivó a Rusia a apuntar los nombres de la compañías que podrían ser susceptibles de ver cómo sus activos pueden ser nacionalizados tras cesar sus operaciones en el país. Según el diario ruso 'Izvestia', se trata de aquellas empresas que decidieron salir de Rusia "sin brindar garantías a los consumidores".

Tras 30 años de actividad, el grupo McDonalds ha comunicado este lunes que abandonará el mercado ruso y ha iniciado un proceso para vender el negocio en todo el país tras 30 años de actividad, según afirmó la cadena de restaurantes en un comunicado publicado por medios en Estados Unidos. En cualquier caso, la decisión del grupo precede a la que ya han tomado otras tantas grandes multinacionales a modo de "sanciones indirectas" contra la economía rusa.

Desde empresas del automóvil (Ford, BMW, Mercedes-Benz, Peugeot, Renault, Jaguar o Porsche), hasta fabricantes de tecnología como Nokia, Siemens, Apple o Intel. También grandes empresas ligadas al cine, como Walt Disney, Warner Bros o Sony, han abandonado Rusia tras la invasión. Amazon y Asos, enfocadas al retail online, o grandes empresas físicas como Nike, H&M, Adidas, Hermès o todas aquellas tiendas que conforman el grupo Inditex, también han abandonado el país.

También son llamativos los abandonos de la empresa de juguetes Lego; el grupo sanitario Roca; la multinacional sueca Ikea o los fabricantes de aviones Boeing o Airbus han sido otras de las muchas que también han querido dejar de operar en Rusia. Microsoft, Google, Twitter, YouTube, BP o Shell también han abandonado el país. Incluso la plataforma de alquileres estadounidense Airbnb anunció hace semanas la suspensión de sus operaciones en Rusia y Bielorrusia a modo de respuesta por la invasión de ucrania.

El sector financiero ruso está siendo el más afectado en Rusia. No obstante, para que las sanciones impuestas contra el Kremlin sean efectivas, es necesario un bloqueo en los medios de pago. Fue así como a las pocas semanas de invasión, dos gigantes en este ámbito como son Mastercard y Visa, anunciaron el bloqueo a las operaciones a los bancos rusos. Poco después, el servicio americano American Express seguía los pasos de sus compañeras. De esta forma, ningún cliente ruso podría recibir pagos a través de estos medios, así como tampoco a través de PayPal o Western Union.