A escasas horas de su llegada a Buenos Aires y tras el regreso de su gira por Moscú, Davos y París, el presidente Mauricio Macri tomó la decisión de llevar la ristra de ajustes que viene implementando, también a la política. También dio el primer paso para cerrarle la puerta al nepotismo.

Con la solemnidad del caso, Macri avanzó con su proyecto de desburocratizar una administración pública híperpoblada. La poda comenzó a sentirse en su misma jurisdicción.

En su presentación, desde el Salón Blanco de la Casa Rosada, anunció la reducción del 25% en los cargos políticos del Poder Ejecutivo “para tener un Estado más ágil, más eficiente y transparente”. También comunicó que se congelarán los sueldos de los funcionarios durante todo el 2018 y que “a partir de ahora los familiares de los ministros no podrán ser contratados ni formar parte del gobierno”. Los que están deberán abandonar sus puestos de trabajo.

En este mismo sentido el presidente "instó" a los funcionarios provinciales y municipales, donde el nepotismo es moneda corriente y descontrolada, a tomar la misma medida para "mejorar la institucionalidad".

El programa de achicamiento y modernización del Estado abarcará también un amplio esquema de controles de presentismo, medición por productividad, un plan de capacitación integral y una readecuación de tareas de los empleados de plantilla.

Dentro de este contexto, Macri explicó que estas medidas significarán una reducción de aproximadamente 1.000 cargos y un ahorro de 1.500 millones de pesos (77 millones de dólares) por año de quienes ostentan un salario promedio bruto mensual, sin adicionales, que oscilan entre los 65.000 y 185.000 pesos (entre 3.300 y 9.500 dólares)

De esta forma, varios familiares directos de funcionarios nacionales de primera línea deberán abandonar sus cargos. La lista incluye, entre otros, a personas ligadas al jefe de Gabinete, Marcos Peña y de los ministros de Trabajo, Jorge Triaca; de Turismo, Gustavo Santos; de Seguridad, Patricia Bullrich; de Defensa, Oscar Aguad o del Interior Rogelio Frigerio 

En el inicio de la Gestión Macri, diciembre de 2015, el personal civil de la Administración Pública Argentina era de aproximadamente 225.000 empleados. Hoy el total es de 209.383, según datos de la Jefatura de gabinete.