Toda Europa mira hoy hacia Francia. Más de 48 millones de franceses están llamados a las urnas para elegir a su futuro presidente en la primera vuelta de unos comicios que marcarán el inicio de un proceso de renovación de los principales estamentos de gobierno del país galo. Doce candidatos, ocho hombres y cuatro mujeres, se someterán a lo largo de esta jornada dominical al juicio democrático de sus compatriotas con la intención de convertirse en una de las dos opciones que se medirán nuevamente el 24 de abril en la segunda vuelta de estas elecciones presidenciales.

Aunque los sondeos apuntan a una victoria del actual inquilino del palacio del Elíseo, Emmanuel Macron, las presidenciales francesas –eclipsadas por la invasión rusa sobre Ucrania– son sobradamente conocidas por su imprevisibilidad. En 2017, accedieron a la segunda vuelta Macron, que había lanzado un movimiento político pocos meses antes de los comicios, y la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen. Un escenario que salvo sorpresa mayúscula se repetirá esta noche al cierre de las urnas.

Desde otoño se daba por descontado que Macron se presentaría a un nuevo mandato, que aspiraría a otros cinco años en el Elíseo. No fue hasta el 3 de marzo, en el último minuto, cuando el líder liberal hizo público lo que ya era un secreto a voces y confirmó que quería seguir como presidente de Francia. Y lo hizo mediante una carta a sus compatriotas, una fórmula que ya utilizaron otros expresidentes como Nicolas Sarkozy y François Miterrand. “No hemos logrado todo lo que nos propusimos hacer”, proclamó en esta misiva.

El presidente francés encara ahora estas nuevas elecciones tras haber desarrollado una campaña a medio gas, marcada de principio a fin por una guerra a las puertas de la Unión Europea. La pandemia de la covid-19 –primero– y la escalada de tensiones en Ucrania –después– marcaron el devenir de su agenda pública en estos últimos meses. Así, al pico de contagios de coronavirus con el que arrancó 2022 le siguió el evidente desafío del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre una Ucrania que terminaría invadiendo el 24 de febrero.

La derecha se consolida en Francia: ¿Le Pen o Zemmour?

La pugna en esta primera vuelta parece estar centrada en quién ocupará el segundo puesto que da derecho a imprimir su nombre en las papeletas de la ronda definitiva del 24 de abril. La abstención, que según varios sondeos se acercará al 30%, complica los pronósticos.

En estos últimos días se han consolidado las opciones de la líder de Agrupación Nacional Marine Le Pen, que ya logró la victoria en las elecciones de 2019 al Parlamento Europeo. El izquierdista Jéan-Luc Mélenchon y la conservadora Valérie Pecresse parecen aguantar el envite, aunque sus opciones se han ido diluyendo. Las encuestas –con una izquierda desdibujada— dejan lejos de los favoritos a la socialista Anne Hidalgo, alcaldesa de París, a pesar de que su partido gobernó en el quinquenio previo a la llegada de Macron en 2017.

No obstante, parece que es Éric Zemmour, líder del partido Reconquête (Reconquista), quien ha adquirido una mayor relevancia en la carrera hacia el Elíseo. No sólo eso, sino que amenaza con quitarle votos a Marine Le Pen y disputarle su base electoral. Dos candidatos conservadores que aspiran a pasar a la segunda vuelta en un escenario donde los partidos tradicionales siguen sin recuperar el protagonismo perdido.

La familia Le Pen ya ha estado presente en dos ocasiones en esta segunda vuelta: en 2002 de la mano de Jean Marie, fundador del Frente Nacional, y en 2017 con su hija y heredera política. El patriarca logró 5,5 millones de votos y Marine Le Pen casi duplicó esta resultado, superando los 10,6 millones de sufragios a su favor. Cinco años más tarde, con un discurso menos radical, Marine Le Pen vuelve a la carga con el que ella misma ha prometido que será su última candidatura presidencial.

Zemmour, por su parte, carece de experiencia política, pero su salto de las tertulias televisivas le permitió entrar como un huracán en la campaña. Con un discurso en el que promete “salvar” a Francia, el líder conservador aspira a convocar una consulta sobre inmigración, seguridad y justicia. También propone suprimir la reagrupación familiar de migrantes. Como Le Pen, plantea rebajas fiscales, mientras que en el ámbito continental quiere que la UE pase a ser una “Europa de naciones”.

En todo caso, los expertos en demoscopia avisan de que todos aquellos sondeos sobre la segunda vuelta antes de cerrarse esta noche los colegios son prematuros. Más aún si consideramos el carácter imprevisible del sistema electoral galo, que no permite dar nada por sentado. Esta noche, cuando conozcamos quiénes son los dos triunfadores, y apenas sin descanso, comenzará una nueva y definitiva campaña para alcanzar el Elíseo