Los próximos 20 y 21 de septiembre los italianos votarán en un nuevo referéndum si quieren recortar el número de senadores y diputados. Supondría una reducción de 945 a 600 entre las dos cámaras. La cámara de los Diputados pasaría de 630 a 400 escaños y la del Senado de 315 a 200.

En Italia hay un diputado por cada 96.000 habitantes y un senador por cada 188.000. Con la reforma, pasaría a ser el país de la UE con menor número de diputados con respecto a su población. De esta forma se podría ahorrar entre 57 y 82 millones de euros al año del gasto público.

La votación marca el cuarto referéndum constitucional en la historia de la República Italiana y es fruto de la promesa electoral del Movimiento 5 Estrellas, que gobierna junto al Partido Demócrata. En principio, si no hay sorpresas, se espera que los italianos voten masivamente a favor de la propuesta que supone una modificación constitucional, aunque en los últimos días hay quienes cruzan los dedos para que no triunfe esta reivindicación, que supondría un espaldarazo para el M5S. El último en intentar esta reducción del número de parlamentarios fue el Partido Democrático (PD), con Matteo Renzi. En 2016 convocó un referéndum que perdió y le obligó a dimitir.

Ocurra lo que ocurra tras estas elecciones, habrá que esperar a las próximas generales, para que se haga realidad la reducción del número de parlamentarios.

Elecciones Regionales: También se vota para decidir la administración de siete regiones y cerca de 1.000 municipios.

Los ciudadanos de siete regiones también están llamados a las urnas los próximos 20 y 21 de septiembre para votar a sus gobernadores. Los residentes en casi mil municipios deberán elegir a sus alcaldes. Se ha decidido que la jornada electoral se reparta entre el domingo y el lunes para evitar aglomeraciones en los colegios electorales.

Lo que realmente está en juego en estas elecciones es el futuro del Gobierno que preside el primer ministro Giuseppe Conte con el apoyo del Movimiento 5 Estrellas, el Partido Democrático y Viva Italia de Matteo Renzi.

Actualmente el centroderecha gobierna en 13 regiones y la centroizquierda en 6, por lo que estos comicios podrían cambiar el espectro político de forma radical y facilitar el camino de la Liga de Matteo Salvini y de sus socios para gobernar Italia.

Aunque los sondeos señalan que Mateo Salvini ha perdido más de diez puntos desde que comenzó la pandemia, sigue liderando el bloque de la oposición y la coalición que forman los partidos de derecha (Liga, Hermanos de Italia y Forza). Si la derecha recupera poder en las elecciones regionales, es más que probable que Salvini pida elecciones anticipadas. En el camino se le ha cruzado la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, que le está robando votos. En los sondeos nacionales, cuenta ya con el 15% de apoyos.

Según las encuestas, el partido que en estos momentos tiene menos oportunidad de ganar en estas regiones es el M5S, por lo que, si el PD consigue imponerse en algunas plazas importantes, alcanzaría más peso dentro del gobierno (hay sondeos que apuntan a que el centroizquierda podría perder hasta tres regiones en favor de la derecha).

También se celebrarán elecciones administrativas en 1.179 municipios, entre ellos 18 capitales de provincia y 3 capitales de región: Venecia, Aosta y Trento.