Ocho personas detenidas en el condado de Gresik por no llevar mascarilla deberán ahora cavar hoyos en la tierra. Es el castigo que le ha impuesto el responsable del distrito: preparar tumbas para fallecidos por coronavirus en el cementerio de la localidad de Ngabetan, en Java. Allí no dan abasto, ya que hasta el momento sólo había tres enterradores disponibles.

Ahora los ocho condenados preparan las tumbas por parejas. Mientras uno cava, y el otro coloca una serie de tablas de madera dentro del hueco. Una vez hecho el hueco, deben rezar, pero las autoridades no les obligan a meter el cadáver.

El movimiento negacionista del virus crece en el mundo. Cada vez son más lo que prescinden del uso de la mascarilla, por ejemplo, al no considerarla necesaria. Y con su actitud, ponen las cosas un poco más difíciles a las autoridades que buscan contener los contagios por coronavirus.

Muchos países han recurrido a las multas para aquellos que no cumplan las medidas de seguridad. En el caso de Indonesia la medida ha sido algo más drástica, ha generado mucha polémica, pero el objetivo del responsable del distrito, el jefe Suyono, es “crear un efecto disuasorio contra las violaciones de las normas”.

Indonesia ha experimentado un repunte de contagios en los últimos días. Acumula ya más de 220.000 casos de covid-19 y 8.841 fallecidos, según datos del gobierno.