Las pensiones en España llevan siendo, desde hace años, protagonistas de muchas dudas. En nuestro país suponen, a día de hoy, un gasto que supera el 11% del Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, el Gobierno planea incluir nuevos cambios para aliviar el sistema, para muchos considerado insostenible.

La última propuesta del Ejecutivo estudia incrementar, aún más, los años de cotización para calcular las pensiones de 25 años a 35. Así lo anuncio el pasado lunes la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, cuando reveló que se estaba estudiando la posibilidad de ampliar el período de calculo de las pensiones pero con la exclusión de los años más negativos de la cotización como una de las alternativas que se están planteando después del acuerdo del Pacto de Toledo.

"Me consta que el ministro Escrivá ha planteado que los trabajadores puedan excluir años más negativos de sus cotizaciones", indicó la ministra Calviño. ¿Qué quiere decir entonces esto? Significa que habrá un nuevo 'recorte' a las nuevas pensiones en prácticamente todos los casos. Se estima que podría suponer una rebaja media del 5,45% de las pensiones, pero no de forma homogénea. Lo más importante en este caso, ahora mismo, es saber cuál podría ser la repercusión que podría tener a largo plazo en el dinero que cobrarían los pensionistas.

El sistema de la Seguridad Social ha acumulado déficits desde el año 2011 y de momento la cartera se encuentra en números rojos, que en los últimos años están por encima de los 15.000 millones de euros de pérdidas debido a la insuficiencia de ingresos por cotizaciones. ¿Los motivos? La destrucción de empleo en la crisis anterior, el tiempo que se tarda en recuperarlo y la incorporación de nuevos pensionistas con prestaciones aún más altas.

De esta forma, el Gobierno liderado por Pedro Sánchez tiene intención de ampliar de el plazo de 25 a 35 años cotizados para calcular la cuantía de la prestación. Es decir, todos aquellos españoles que deseen jubilarse en el año 2021 con la totalidad de la pensión deberán tener, al menos, 66 años cumplidos tal y como indica la reforma de pensiones del año 2013, en la que se elevaba la edad de jubilación dos años, desde los 65 hasta los 67.

Sin embargo, el próximo año, para calcular las pensiones, sube un año respecto al año 2020, desde los 23 hasta los 24 años. En el año 2022 se elevará hasta los 25 años y de implementarse el cambio que estudia el Ministerio liderado por José Luis Escrivá, sería de 35 años.

El borrador que ha realizado el departamento de Escrivá estima, al parecer, que el cambio de pasar desde los 25 hasta los 35 años para calcular la pensión supondría una rebaja del 5,45% de la pensión inicial.

Conflicto dentro del Gobierno

Este anuncio no ha sido pasado por alto por varios miembros del Gobierno de coalición. De hecho, fue poco después de darse a conocer el borrador de la medida que está preparando Escrivá, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique tachó esta propuesta de "inaceptable" y defendió que había "alternativas" para hacer que el sistema de pensiones español fuera sostenible. Unas declaraciones que auguran un nuevo enfrentamiento dentro del Gobierno de coalición por uno de los asuntos que, desde años, es fuente de conflicto en España.