"No queremos ser como usted. Hasta aquí hemos llegado". Este fue el mensaje con el que Pablo Casado decidió transformar por completo el panorama del centro derecha español en pleno debate de la moción de censura planteada por Vox para echar del Gobierno a Pedro Sánchez en octubre de 2020.

La distensión entre Pablo Casado y Santiago Abascal, si bien no ha remontado –quizá por el cada vez más improbable adelanto electoral— es cierto que vivía nuevamente un espacio de serenidad de cara al final de curso político. Un final de julio en el que las encuestas vaticinan por primera vez en casi tres años una holgada mayoría en el Congreso gracias a la suma de ambas formaciones políticas.

Pero el viernes, en Ceuta, y esta mañana, en ‘Herrera en COPE’, todo ha vuelto estallar. Las declaraciones del presidente de Ceuta Juan Jesús Vivas tras la polémica votación en la Asamblea de la ciudad autónoma en la que se declaró a Santiago Abascal, gracias a la abstención del PP, 'persona non grata' han encontrado respuesta por parte de Vox.

El portavoz del Comité de Acción Política y eurodiputado, Jorge Buxadé, ha comunicado durante una rueda de prensa desde la sede nacional del partido que "consideramos que el PP, con su abstención, y con las declaraciones de Vivas ha roto relaciones con Vox, tomamos nota y damos las relaciones rotas".

Estas declaraciones han vuelto a poner en guardia a algunos de los principales dirigentes populares. Y es que cabe la posibilidad de que se abra un nuevo escenario en el que el partido presidido por Abascal pueda dejar de prestar su apoyo a aquellos gobiernos autonómicos y municipales que necesitan de los votos de Vox para mantener una aritmética favorable

Una situación que puede ser novedosa respecto al encontronazo de la moción de censura, ya que por entonces el mismo Abascal aseguró que iban a actuar con “sentido de Estado” y no iban a tomar decisiones que pusieran en peligro “la voluntad de los ciudadanos”.

Andalucía ya descartó un hipotético ‘4-M’ a la madrileña

El caso más evidente de una posible zozobra política es el del Ejecutivo de coalición del PP y Ciudadanos en la Junta de Andalucía. Desde el Gobierno que preside Juanma Moreno se han plegado al discurso nacional impuesto por Génova, en el que defienden sobre los ‘cordones sanitarios’ que “no es nuestra forma de hacer política”, aunque han preferido evitar cualquier mención respecto a Vox a la hora de fijar su posición sobre este asunto tras las declaraciones de Juan Jesús Vivas.

El presidente de Andalucía, José Manuel Moreno Bonilla, que descartó un adelanto electoral tras la fracasada moción de censura del PSOE y Ciudadanos en Murcia en el mes de marzo, dispone ahora de libertad suficiente tras el anuncio de que Génova no condicionará la elección de la fecha de los comicios.

Moreno Bonilla ha asegurado este lunes que no siente “presión” alguna por parte de la dirección nacional del PP para que adelante las elecciones en Andalucía, y ha querido remarcar que la fecha de los comicios autonómicos es una decisión que sólo la tomará él “en virtud de la potestad que le otorga el Estatuto de Autonomía”.