Javier Sánchez, se ha convertido, por sentencia del Tribunal Supremo, en el noveno hijo de Julio Iglesias. Javier tendrá derecho a usar el apellido Iglesias pero no a la herencia que le hubiera correspondido si Julio Iglesias viviera en España.  El 17 de agosto de 2015, entró en vigor el “Reglamento (UE) No 650/2012 del Parlamento Europeo, relativo a la competencia, la ley aplicable, el reconocimiento y la ejecución de las resoluciones, a la aceptación y la ejecución de los documentos públicos en materia de sucesiones mortis causa y a la creación de un certificado sucesorio europeo”, que había sido aprobado y publicado en 2012.

Ese Reglamento, especifica en su artículo 23 que:  “Habida cuenta de la creciente movilidad de los ciudadanos y con el fin de asegurar la correcta administración de justicia en la Unión y de garantizar que exista un nexo real entre la sucesión y el Estado miembro en que se ejerce la competencia, el presente Reglamento debe establecer como nexo general, a efectos de la determinación tanto de la competencia como de la ley aplicable, la residencia habitual del causante en el momento del fallecimiento”. Se establece, así, salvo manifestación expresa en contra, la residencia habitual y no la nacionalidad, como criterio para determinar qué legislación se le aplica a cada herencia. 

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Julio Iglesias estableció su residencia oficial en EE UU en 1978, hace 41 años, por lo cual, su herencia será repartida, de acuerdo con las normas de sucesión norteamericanas que, según el Código Testamentario Uniforme, la única con derecho a recibir una parte de la herencia es la viuda, en un porcentaje que establece cada estado. Deducida esa cantidad, el resto se reparte entre todos los herederos pero sólo entre los que figuren como tales en el testamento porque la ley norteamericana permite desheredar a uno o a todos los hijos y parientes, con sólo haberlo expresado así en el testamento, salvo en Luisiana y Puerto Rico que tienen sus propias excepciones. 

Con las cosas así, Javier Sánchez, por sentencia del Tribunal Supremo, es hijo de Julio Iglesias y podrá usar su apellido, pero solo podrá acceder a parte de la herencia del cantante, valorada en más  de 700 millones de euros, si Julio así lo decide y no recibirá ni un céntimo si el cantante lo especifica, expresamente, en su testamento.