Pedro Sánchez ha celebrado la convalidación del decreto desplegando su arsenal contra los grupos como el PP, que han votado en contra de medidas que benefician a la ciudadanía.

"Francamente tranquilizadora para el conjunto de la ciudadanía española porque al final lo que ha prevalecido es el interés general frente a la politiquería de algunos que anteponen sus intereses partidistas al bien común en un momento de una extraordinaria incertidumbre", ha asegurado el presidente del Gobierno.

A la salida del pleno ha respondido con un "por supuesto" sobre si Margarita Robles tenía su respaldo. Según la Moncloa, el presidente en ningún caso cederá a la presión de Esquerra, que pedirá el cese de la ministra de Defensa.

La órbita socialista debe ahora volcarse en cerrar la crisis con un socio prioritario que amenaza con convertir la crisis del espionaje en un punto de inflexión.