El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estará presente este miércoles en la Mesa de Diálogo entre Moncloa y la Generalitat de Cataluña. Con varios frentes abiertos, una delegación del Ejecutivo se desplaza hasta Barcelona para sentarse en la misma mesa que el gobierno independentista, que solo contará con representantes de ERC después de que el presidente catalán, Pere Aragonès, decidiese expulsar de la convocatoria a varios miembros de JxCat.

El presidente de la Generalitat ha vetado los nombres de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Míriam Nogueras. Aragonès ha justificado su decisión en decir que no son consellers.

El detonante de esta decisión ha sido el enfado de Aragonès tras recibir la propuesta de JxCat respecto a los posibles miembros de su delegación: entre ellos estaban dos presos indultados, Jordi Sànchez y Jordi Turull, la portavoz de la formación en el Congreso, Míriam Noguera, y solo un representante del Govern, el vicepresidente Jordi Puigneró.

Fuentes cercanas a la Generalitat han señalado que la decisión final de Aragonès respecto a sacar a sus socios independentistas de las negociaciones se ha producido cuando JxCat, de forma unilateral, ha decidido hacer públicos los nombres de sus 'elegidos'.

En definitiva, los representantes de la Generalitat que estarán presentes en esta segunda Mesa de Diálogo serán el propio Pere Aragonès y dos consellers de ERC, Laura Vilagrà y Roger Torrent.

Moncloa ha celebrado esta decisión. La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha aplaudido la decisión de Aragonès, defendiendo que las delegaciones solo deberán estar conformadas por miembros de ambos Ejecutivos.

En cuanto a los representantes del Gobierno de España también se han producido modificaciones a última hora de la tarde del pasado martes. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y el titular de Universidad, Manuel Castells, que finalmente no acudirán al encuentro. Moncloa ha justificado esta decisión defendiendo que se ha aplicado para "equilibrar" ambas delegaciones. Por tanto desde Madrid viajarán Pedro Sánchez, Félix Bolaños, Yolanda Díaz, Isabel Rodríguez y Miquel Iceta.

En esta decisión de Moncloa destaca la salida de la titular de Transportes, Raquel Sánchez. Su caída de la convocatoria se produce después de que se hiciese pública la paralización de la ampliación del aeropuerto del Prat.

Esta Mesa de Diálogo será el segundo encuentro entre Moncloa y la Generalitat, después del celebrado a comienzos del año 2020. Aquel encuentro en Madrid será muy diferente a la de este miércoles, ya que por parte del bloque independentista habrá caras nuevas: por aquel entonces el jefe del Ejecutivo autonómico era Quim Torra y ahora será Aragonès el que capitaneará a la delegación de la Generalitat.

Los planes de Sánchez para la Mesa de Diálogo

En clave política, Pedro Sánchez acudirá a Barcelona con una puesta en escena consensuada con Pere Aragonès, con el que se reunirá a solas para luego comparecer por separado. A continuación, inaugurarán juntos la Mesa de Diálogo y la abandonarán después para dejar trabajar a las delegaciones.

Moncloa llega a esta cita con el mero objetivo de ser testigo de la división interna entre los socios separatistas que conforman el Gobierno de la Generalitat. En este sentido, Sánchez y su delegación tampoco desaprovecharán la oportunidad de aplaudir la decisión de ERC de expulsar de la Mesa de Diálogo a JxCat, ya que en Moncloa no estaban dispuestos a sentarse con miembros externos a la Generalitat.

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Por su parte, los ministros socialistas que conforman la delegación llegan a Barcelona con la intención de dar continuidad en el tiempo al diálogo. De esta manera, señala el líder socialista, se podrá "evitar frustraciones".

El plan de Sánchez es presentarse en Barcelona con voluntad de diálogo. En cuanto a su postura, Sánchez ha rechazado este martes en la Cámara Alta la posibilidad de celebrar un referéndum porque "está fuera de la Constitución". Por ello ha abogado por abordar asuntos que preocupan a ambas administraciones, como las futuras inversiones y la memoria democrática. En cuanto al futuro de estas negociaciones, Sánchez ha pedido este martes en el Senado que no se pongan plazos al diálogo entre Moncloa y la Generalitat.

Malestar leve en JxCat

La salida de JxCat de la mesa de diálogo ha supuesto un importante cisma en el independentismo a pocas horas de la celebración del encuentro. A pesar de esta situación, desde el partido de Puigdemont se defiende su lealtad a sus socios y niegan que en algún momento hayan intentado boicotear la Mesa de Diálogo, pero defienden la teoría de que Aragonès ha cometido un "error político" al sacarles de la Mesa.

Sobre este concepto, Jordi Sánchez reconoce que esta situación no es plato de buen gusto y que es necesario reforzar la confianza entre ERC y JxCat de cara al futuro, aunque también niegan que el acuerdo de legislatura esté en peligro.

La Mesa de Diálogo, un pilar de la legislatura

La Mesa de Diálogo tiene una gran relevancia política en la actual legislatura liderada por el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Forma parte del pacto de investidura que alcanzaron PSOE y ERC después de varias reuniones en la sombra, permitiendo así que Sánchez saliese elegido presidente del Gobierno en enero de 2020.

En aquel documento rubricado en enero del año 2020 se hablaba de "resolver el conflicto mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo, superando la judicialización del mismo". Tras la medida de gracia concedida a los políticos en prisión por el 1 de octubre esta cuestión ha pasado a un segundo plano. Ahora son otros los intereses, políticos y económicos que están encima de la mesa. Son un total de 45 puntos, respecto a los que Sánchez ha defendido que 44 "ya tienen respuesta".