Pedro Sánchez planificará desde La Mareta cómo recuperar impulso tras el impacto de la corrupción en su Gobierno
“Está complicado”, reconocen los socialistas conscientes de su desgaste al jefe de Política de COPE, Ricardo Rodríguez, pero esperan un presidente que vaya "con todo”

El jefe de Política de COPE, Ricardo Rodríguez, explica cómo Pedro Sánchez planificará desde La Mareta cómo recuperar impulso en el nuevo curso
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Con el PSOE noqueado y un ambiente enrarecido por los escándalos de corrupción, Pedro Sánchez afronta unas vacaciones en La Mareta menos plácidas de lo habitual. Desde esta residencia oficial, el presidente del Gobierno se dispone a planificar su estrategia para el arranque del nuevo curso político. En el entorno socialista lo admiten sin rodeos: “Está complicado”. Así lo transmiten al jefe de Política de COPE, Ricardo Rodríguez, que ha desvelado el clima interno de preocupación y la convicción de que el desgaste del Gobierno es real.
El regreso más esperado
Sánchez tiene por delante el reto de dejar atrás las dudas sobre la viabilidad de la legislatura, debilitada por los últimos episodios judiciales y la falta de pulso político. Pero su círculo más próximo insiste en que el presidente está decidido a regresar “con todo”. El objetivo: revertir la sensación de parálisis y retomar la iniciativa, con una “agenda más social” y medidas que retraten a sus adversarios.

Pedro Sánchez y Santos Cerdán
Los socialistas son conscientes de que la segunda parte de la legislatura será más cuesta arriba. No es solo la oposición del PP o el ruido de Vox, es también la decepción de parte de sus socios y la inquietud creciente en sus propias filas. “La erosión les lleva a vaticinar una segunda parte todavía más compleja e inestable”, apunta Rodríguez en COPE, revelando que ni los dirigentes del partido se llaman a engaño ante el tamaño del problema.
Aun así, Pedro Sánchez ha prometido seguir adelante y agotar el mandato. Lo ha dicho alto y claro: habrá presupuestos para 2026 y se llegará hasta el final del calendario político. En público, el presidente exhibe determinación. En privado, según fuentes del PSOE, escucha más que nunca y sopesa todas las opciones. Incluso las más arriesgadas.
La Mareta, más despacho que refugio
Durante este parón veraniego, La Mareta se transforma en centro de operaciones. Más allá del descanso familiar, Pedro Sánchez mantendrá allí conversaciones estratégicas con su equipo más cercano. No se descarta que en los próximos días se perfilen nuevas medidas, nombramientos o giros en el discurso. “Debemos intentarlo. En las dificultades se ve a los líderes de verdad”, señala un alto cargo del entorno presidencial citado por COPE. El presidente quiere que el arranque del curso sirva para reforzar su liderazgo, justo cuando los populares creen que su deterioro solo puede acentuarse.
La presión externa tampoco da tregua. Bruselas ha vuelto a señalar las deficiencias del Ejecutivo en materia de transparencia. Según una reciente información de COPE, el Gobierno de Sánchez todavía no ha cumplido con la totalidad de las 19 recomendaciones contra la corrupción exigidas por el Consejo Europeo. Una llamada de atención que refuerza el relato de una legislatura bajo sospecha.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un pleno extraordinario, en el Congreso de los Diputados
A pesar de todo, Sánchez cuenta con algo de oxígeno. Mientras Feijóo exige explicaciones y algunos barones socialistas levantan la ceja, otros dirigentes del PSOE piden una tregua. Así lo expresó recientemente Santos Cerdán en COPE: “Feijóo no quiere que Pedro Sánchez disfrute ni de unas vacaciones”. El secretario de Organización lanzó esa frase no exenta de ironía, pero también de reconocimiento implícito a la tensión que vive el Gobierno.
La Mareta ya no es solo un retiro presidencial. Este año, es también el epicentro de una reconstrucción política. Una en la que el propio Pedro Sánchez se juega algo más que su imagen: se juega la supervivencia de su proyecto.