El Gobierno de España y las comunidades autónomas han tomado medidas contundentes en las últimas jornadas para intentar frenar el avance de la segunda ola de la pandemia que está dejando cifras récord, no solo en España, también en otros países de Europa y de otros continentes.

El estado de alarma ha quedado fijado en nuestro país hasta el próximo mes de mayo después de que el Gobierno consiguiera su prórroga de seis meses en el Congreso de los Diputados. El Real Decreto del estado de alarma permite a las comunidades autónomas tomar medidas de restricción en función de la situación epidemiológica que presenten en las próximas semanas. Pero si la situación epidemiológica no mejora, los servicios jurídicos de Moncloa ya estarían trabajando en un posible 'plan b' y que contemplaría el confinamiento domiciliario que marcó el ritmo del estado de alarma decretado el pasado mes de marzo.

La agencia de noticias Colpisa ha informado este viernes que el Gobierno de España ya estaría analizando el posible confinamiento domiciliario. Esta opción estaría dentro de otro estado de alarma que permita a las comunidades autónomas ejecutar estas medidas, que por otra parte ya ha sido prevista por algunas regiones como Castilla y León y Cataluña.

Según ha podido conocer esta agencia de noticias de mano de algunos de los técnicos que trabajan en la redacción de este borrador, el Ejecutivo no tiene previsto volver a asumir el mando único como fue el caso de primavera, por lo que cedería esta capacidad de decisión a los gobiernos autonómicos.

Aunque esta opción se contemplaría en una situación extrema, el Gobierno no quiere perder el tiempo y espera que este nuevo marco jurídico este listo para el fin de semana de mediados del mes de noviembre, una vez que se puedan hacer las primeras valoraciones sobre los efectos que han tenido el toque de queda y las medidas restrictivas impuestas por las diferentes comunidades autónomas.

En caso de que el ascenso de la curva se mantenga, a pesar de los cierres perimetrales y el toque de queda, este marco legislativo se podría aplicar siguiendo los pasos de otros países como Bélgica, que hace pocas horas ha decretado el regreso al confinamiento domiciliario durante un periodo de un mes.

Las dos comunidades que se han mostrado más partidarias de esta medida han sido Cataluña y Castilla y León. En Valladolid, los técnicos de Castilla y León no verían mal el regreso a un confinamiento domiciliario, pero menos estricto que el de la pasada primavera y más parecido al que se están aplicando en países como Francia y Alemania. Es decir, permitiendo que se mantenga las actividades esenciales para que se vea lo menos afectada posible la economía.

Por su parte, Cataluña quiere esperar a la evolución de las próximas semanas, pero también ven oportuno que si la situación no mejora se plantee la opción de uno confinamiento domiciliario manteniendo algunas actividades como la asistencia a las escuelas.