El pasado lunes se celebró el encuentro bilateral entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña, para estudiar el posible traslado de competencias del Estado a la autonomía catalana.

En dicha reunión, ambas administraciones acabaron con opiniones contrapuestas, ya que por la parte del Gobierno que estaba encabezada por la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, se calificó la negociación como "éxito" y por parte de la Generalitat, representada principalmente por la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, de "insuficiente".

Los ecos de esa cumbre, en la que la parte catalana llegó a plantear como exigencias el traspaso de hasta 56 competencias en bloque que ahora están en manos de la administración central, permanecen y parece que en los próximos días continuará dando que hablar, ya que una de las exigencias que contemplaban los dirigentes catalanes era el traslado de las competencias sanitarias relativas al acceso a las plazas de médico interno residente (MIR).

El MIR, que es el examen de acceso a las plazas sanitarias en la sanidad pública, es de las pocas competencias en lo que respecta a la Sanidad que cuya administración depende del Estado. Esto garantiza que las pruebas de acceso sean iguales en toda España y no se creen desigualdades a la hora de acceder a las instituciones sanitarias.

Apenas dos días han pasado desde que la ministra de Política Territorial anunciara la creación de un grupo de trabajo Estado-Generalitat que "estudie la viabilidad de traspasos en formación sanitaria especializada", un área donde se encuentran las dichas plazas de acceso. Frente a esta decisión, este mismo miércoles ha salido al paso la ministra de Sanidad, Carolina Darias, para afirmar todo lo contrario, que de momento el Gobierno no plantea trasladar estas competencias a la comunidad autónoma, ya que "no está en la agenda del Gobierno el traslado del MIR a Cataluña".

Esta discrepancia, dentro del propio Ejecutivo, no ha tardado en aprovecharla y echársela en cara la parte catalana, ya que según ha contestado a través de su cuenta de Twitter la consellera Laura Vilagrà, este traslado de competencia sí se encontraba en la agenda. "Ministra, en la comisión bilateral los gobiernos catalán y español acordamos crear un grupo de trabajo para debatir sobre este traspaso y otros. Por lo tanto, sí está en la agenda".

La polémica ha surgido después de la celebración del Consejo Interterritorial de Salud, que se ha celebrado este miércoles, y en el que sí ha participado la Generalitat, después de haberse ausentado de la Conferencia de Presidentes autonómicos, celebrada la semana pasada en Salamanca. La ministra en la rueda de prensa posterior al consejo ha afirmado que la intención del Gobierno es "mejorar" las pruebas de acceso MIR que ya existen y que en ningún momento se plantean el traspaso de esta competencia, aunque se ha mostrado "encantada" de participar en la reunión agendada para discutir el traslado.

Las Comunidades Autónomas ya participan en la confección del número de plazas que hay que fijar para la formación especializada en Ciencias de la Salud o en las pruebas selectivas de acceso a la formación especializada que se ofertan cada año. La única competencia que todavía retiene el Estado es el examen anual, que es el mismo en todo el territorio nacional.En este sentido la ministra ha afirmado que "la planificación de la oferta de plazas, de la acreditación de centros docentes y de la evaluación de los centros" ya se encuentra en manos autonómicas y, ha recalcado que "no hay caso".

Ante este cruce de discrepancias, la oposición, y los propios médicos, no ha tardado en salir en tromba para criticar un posible traslado de competencias. El Partido Popular ha pedido la comparecencia urgente de la ministra de Sanidad en el Congreso para que aclare la postura del Gobierno y el líder del PP ha criticado que Sánchez esté dispuesto a negociar el traslado de esta competencia, a lo que ha añadido que, cuando el PP vuelva a gobernar, lo recuperarán inmediatamente.

Choques dentro de la Generalitat por las negociaciones con Moncloa

El Gobierno de Cataluña, que está compuesto por Junts y ERC, mantiene discrepancias internas en torno a las negociaciones que se están celebrando con el Gobierno central.

El pasado lunes, en la conferencia bilateral, la encargada de encabezar las negociaciones en la parte catalana fue Laura Vilagrà (ERC), a pesar de ello, los que negociaron concretamente, el que ha sido el acuerdo estrella de esa cumbre, la ampliación del aeropuerto de Barcelona, fue el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, que no dudó en sacar pecho por el logro conseguido.

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Que las negociaciones las dirigiese Esquerra no fue un hecho fortuito, ya que fue pactado por ambos partidos, siendo Junts los que lideren la próxima delegación en la siguiente cumbre programada para octubre. A pesar de ello, fue Puigneró el que se mostró más critico con el Gobierno central al calificar la reunión de "insuficiente", mientras que desde el Ejecutivo señalan que la consejera catalana fue más "contemporizadora".